¿Qué curso preparto elijo?
Yoga, sofrología, haptonomía, canto prenatal… Existen distintos métodos distintos para prepararse para el gran día: el parto. ¿Cómo saber cuál te conviene más?
Las clases de preparación al parto son importantes, pues te preparan físicamente para ese gran día y, a lo largo del embarazo, calman inquietudes, responden a preguntas concretas, te permiten superar tus miedos, relajarte y hacer que el padre también participe de este bonito momento.
¿Cuándo empezar los cursos de preparación al parto?
Generalmente, los cursos de preparación al parto se inician hacia el séptimo mes de embarazo. Algunos métodos, como el yoga prenatal, la haptonomía o el canto pueden empezarse desde el quinto mes. También si estás esperando gemelos.
¿Dónde informarse?
Pregunta en los servicios de maternidad, a tu comadrona o a las amigas que hayan hecho estos cursos.
¿Con qué frecuencia deben seguirse los cursos de preparación al parto?
Lo ideal es hacer una sesión a la semana (las sesiones duran entre 1:30 h y 2 h).
¿Puede asistir también el padre?
¡Claro! Además, si escoges la haptonomía tendrá una participación muy activa.
¿Cuáles son los principales métodos de preparación al parto?
La preparación clásica, también denominada psicoprofilaxis obstétrica o parto sin dolor, consiste en cursos teóricos sobre las diferentes fases del parto y en ejercicios respiratorios y musculares suaves.
La haptonomía permite comunicarte con el bebé mediante el tacto y el habla. ¡El papá juega un papel fundamental en este método! Es algo más que un método de preparación al parto, dado que contribuye de forma global al desarrollo de la relación bebé-padre-madre. De hecho, puede continuarse después del parto.
La sofrología consiste en imaginar el momento del parto, en anticipar las sensaciones y por ende dominarlas. La futura mamá almacena imágenes positivas de las que echar mano para, llegado el momento, relajarse.
El yoga prenatal enseña a las futuras madres a conocer mejor su cuerpo mediante ejercicios de respiración y elasticidad. Esto resulta de gran utilidad cuando, el día D, te piden contraer el perineo, relajar los músculos de la pelvis o curvar la espalda.
El canto prenatal permite a la futura mamá, a través de la música y la técnica vocal, adquirir una mayor conciencia de su cuerpo y especialmente de las diferentes partes del vientre. Se realiza un verdadero trabajo físico a través de ejercicios de respiración, estiramientos, movimientos de la pelvis… ¡y también va fenomenal para liberar tensiones!
Finalmente, puedes elegir las sesiones de preparación en piscina. Si combinas este con alguno de los demás métodos, ¡te distraerás y relajarás completamente!
Pablo, padre de Mario:
Mi mujer y yo decidimos optar por la haptonomía para que yo también pudiera establecer vínculos con nuestro bebé durante el embarazo. Sentir cómo reacciona tu hijo al oír tu voz o al tacto, ¡es algo mágico! ¡Sin duda, la haptonomía me ha permitido experimentar la dicha de un embarazo a tres bandas!
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