Somos lo que comemos
La composición de la leche maternal y su sabor dependen de tu dieta.
No hay nada que se parezca o que iguale la composición de la leche materna. Cada madre tiene una leche que es única y cada leche sabe diferente. Es tu dieta la que influirá en la cantidad de nutrientes que se irán adaptando a las necesidades del bebé.
Lo que comes da sabor a la leche materna y puede hacer que su sabor cambie.
Por ello, la leche materna es la manera natural de continuar con la educación de sabores, que tiene sus comienzos hacia la semana 12 del embarazo. Tu leche no es tan insípida cómo crees!
Tiene una gran variedad de sabores derivados de los alimentos, especias y bebida que tu tomas, de forma que proporciona a tu bebé una experiencia sensorial rica y compleja. Como tu bebé recibe una exposición temprana a esta variedad de sabores a través de la leche materna, esto reducirá su preferencia natural hacia los sabores dulces si tu dieta incluye alimentos saludables como frutas y vegetales, y le ayudará a disfrutar de manera similar los alimentos menos dulces durante la alimentación complementaria.
Por tanto, ten en cuenta que hay alimentos que modifican el sabor de la leche, así que cuanto más rica es tu dieta en frutas y vegetales, más fácil le será a tu bebé aceptar estos alimentos y mantener una preferencia genuina hacia esos alimentos a lo largo de la vida.
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