¿Se acercan los terribles 2? Cómo gestionar las rabietas en niños pequeños
Ahora que ya anda y habla, tu hijo va afirmando su independencia día a día, además de desarrollar una firme fuerza de voluntad. A continuación, te mostramos algunos consejos sobre cómo gestionar las rabietas en niños pequeños.
- Pon normas claras y mantenlas.
- Halágale cuando haga algo bien e ignórale si lo hace mal.
- Dale tareas fáciles que pueda hacer solo (ponerse las botas de agua, recoger sus juguetes).
- Plantéale elecciones sencillas (la camiseta roja o la azul, el peluche o el tren, plátano o manzana).
- Evita decir «no» con demasiada frecuencia. Prueba a parafrasear las negativas. Por ejemplo, «¿por qué no pruebas esto en vez de lo otro?», «a ver si puedes comerte los guisantes mientras yo cuento hasta 10 y, entonces, te daré un yogur».
- Mantén una rutina diaria con un horario fijo para la comida, la siesta, la hora del juego y la hora de relajarse, siempre que sea posible.
- Asegúrate de que la rutina de la hora de dormir sea relajante y constante.
- Cuando vayas de compras, sé breve para evitar el aburrimiento y los escándalos en público.
- Procura distraerlo cuando creas que se aproxima un berrinche. Si se hace en el momento justo, un ruido tonto, una cara divertida o cambiarle un juguete por otro puede detener una rabieta cuando se está fraguando.
- Si es demasiado tarde y ya ha comenzado el ataque de rabia, mantén la calma.
- Evita recurrir a la comida para detener la rabieta.
- Un abrazo puede amansar al animal más fiero. A veces, solo necesitan un poco de seguridad.
- No cedas. Tu hijo es muy inteligente y si cree que le ha funcionado, lo utilizará de nuevo.
- Abrázale cuando todo haya pasado. Las rabietas son un signo normal y saludable del desarrollo y no duran para siempre.
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