Propiedades de la stevia y cómo incorporarla a una dieta equilibrada
Pero… si es tan natural, ¿por qué es un número E?
La legislación actual permite la venta de productos con glucósidos de esteviol, es decir, de los componentes que se encuentran en las hojas de la planta de la stevia, procesados y purificados. Estos reciben el número E-960, un indicador de que la EFSA (Asociación Europea de Seguridad Alimentaria) ha aprobado su consumo como uso aditivo alimentario y lo ratifica como un endulzante seguro.
Pero no hay que confundirlo con la planta en sí. Pues este mismo organismo ha desautorizado la planta de la stevia como edulcorante natural o con fines terapéuticos y no se pueden comercializar sus hojas, ni en crudo ni en seco. Una pugna que agricultores e instituciones llevan años intentando resolver.
¿Es tan dulce como el azúcar?
No, lo es muchísimo más. El extracto de steviol es entre 200 y 300 veces más dulce que el azúcar. Por eso no hay que consumirla en la misma cantidad que lo haríamos con el azúcar, sino en una medida proporcional para integrarla en una dieta equilibrada.
De hecho, la dosis máxima recomendada al día por la EFSa es de 4 miligramos por cada kilogramo de masa corporal de la persona que la ingiere. Es decir, una persona que pese 50 kilogramos no debería sobrepasar los 200 miligramos de stevia al día y una de 75 kg, los 300 miligramos.
¿En qué formatos podemos encontrarla?
La stevia se puede encontrar comercializada legalmente en polvo, en pastillas con dosificadores y también en líquido. Cualquiera de estas tres fórmulas es válida para quienes quieren sustituir el azúcar blanco o refinado en una dieta equilibrada. La stevia también se encuentra en otros productos elaborados, como sustitución parcial o total del azúcar en sus ingredientes.
¿Cómo incorporarla en la dieta?
La stevia no solo se puede tomar como añadido a las bebidas –en el café, el té, el agua con limón…– sino también para cocinar. Eso sí, hay que tener en cuenta que puede llegar a endulzar casi 300 veces más que el azúcar blanco o refinado, por lo que la cantidad necesaria en las recetas será mínima. Bizcochos, tartas, mousse, magdalenas, galletas, helados… La stevia se puede utilizar en cualquier receta en fuego o en horno, pero hay que tener en cuenta que no sirve para caramelizar.
Conociendo su origen y sus beneficios en comparación con otros endulzantes es fácil entender por qué la stevia (y su extracto) se ha convertido en todo un fenómeno, sobre todo en relación a las dietas para adelgazar o en aquellas que buscan un índice glucémico de los alimentos bajo y aditivos cada vez más naturales. “El azúcar sano” sigue ganando terreno.
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