¿Me pueden despedir?
Comunicar a mis familiares que estaba embarazada no me costó nada. Pero decírselo a mi jefe, es harina de otro costal. ¿Cuál es el mejor momento? ¿Se puede despedir a una embarazada? ¿Cambiarán mis condiciones? ¿Qué derechos tengo?
Embarazo y trabajo
El binomio embarazo y trabajo no es incompatible. De hecho, en teoría, no hay ninguna ley que te obligue a notificar tu embarazo a la empresa ni una fecha tope para comunicarlo, aunque en la práctica tendrás que decírselo y mejor si no esperas demasiado. Cuando la relación es buena y se tiene un contrato indefinido, en cuanto lo hagas "oficial", tendrás derecho a las medidas de protección previstas para las mujeres embarazadas. Además, tú podrás organizar tu tiempo para ir al ginecólogo o pedir un cambio de puesto de trabajo en el caso de que tu labor entrañe algún riesgo para la gestación.
Cuando el contrato de la embarazada es temporal, la decisión es más bien ética. Se puede esperar a firmar un nuevo contrato, pero si la trabajadora está bien considerada, no tendría que haber problemas en la renovación. Sea como sea, recuerda: no se puede despedir a una embarazada, aunque haya ocultado su embarazo, según una sentencia del Tribunal Constitucional del 2006.
La protección de las trabajadoras embarazadas
Como embarazada, te corresponde una serie de derechos:
No pueden obligarte a realizar horas extraordinarias, trabajo nocturno ni trabajos extenuantes. En caso de trabajar habitualmente en un puesto considerado peligroso –o que el médico así lo certifique-, debes ser transferida sin reducción de salario a otro puesto que no sea perjudicial para tu estado.
Embarazo y trabajo es un binomio perfectamente compatible. Sin embargo, si tu ginecólogo considera tu embarazo de riesgo podrá darte la baja por enfermedad hasta que la situación mejore. Cuando esto no ocurre, te la podría dar hasta el nacimiento del bebé. Si por la baja no puedes disfrutar del periodo vacacional, tienes derecho a hacerlo una vez nacido el niño, aunque sea en el siguiente año laboral. Por otra parte, tienes derecho a asistir a los controles prenatales si la cita es en horario laboral, y a la preparación al parto, si justificas que no hay posibilidad de hacerla fuera de las horas de trabajo.
Ten en cuenta que, cuando te reincorpores, muchos convenios colectivos prevén medidas para adaptar el tiempo de trabajo de las mujeres embarazadas: reducción de jornada, pausas para la lactancia materna hasta que el bebé tenga un año (sin pérdida de salario en los mejores casos)…Decidas lo que decidas, la empresa debe mantenerte en tu puesto o en un puesto equivalente.
Si tu empresa no respeta estas reglas o si deseas saber más sobre los convenios que se aplican en tu empresa, háblalo con el jefe de Personal... ¡y haz valer tus derechos!
Elisa, madre de Teo y arquitecta:
Entraba en mi cuarto mes de embarazo cuando decidí anunciar a mi jefe que estaba embarazada. Reconozco que estaba un poco tensa, sobre todo porque la premisa en la empresa era la de la eficacia por encima de todo. Todo el equipo trabajaba a marchas forzadas en un proyecto de rascacielos que debía entregarse en cinco meses. Armándome de valor, me dirigí al despacho del jefe: "Perdone que le moleste… quería decirle que estoy embarazada, aunque ya sé que no es el mejor momento". Largo silencio. Mi jefe me miró a los ojos y me respondía, respirando hondo: "En efecto, no es para nada el mejor momento". Sentí mi corazón redoblando como un tamtán. "Pero un bebé es el mejor de los proyectos", continuó. ¡Qué alivio! ¡Me faltó poco para echarle los brazos al cuello y besarle!
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