Juegos para bebés: aprendiendo y jugando

Sus sonrisas, risitas y expresiones te indicarán que vuestros juegos le encantan y disfrutaréis mucho de esos momentos especiales juntos. Pero el juego es mucho más que entretenimiento para los peques. Con cada bloque de construcción, cada juego de roles y cada palabra que escucha, sus destrezas vitales se desarrollan a toda velocidad. Así de sencillo es jugar y aprender para los bebés.

El pensamiento creativo

El pensamiento creativo y la psicomotricidad infantil y capacidad para resolver problemas se aprenden a través del juego. También durante estos momentos tu bebé empezará a aprender a entretenerse solo. El juego activo como norma familiar, en vez de que cada uno se quede pegado a una pantalla por su lado, es una gran manera de introducir hábitos saludables que le durarán toda la vida y que le permitirán jugar y aprender. El juego también fomenta el crecimiento saludable.

Jugar y aprender: "Gu gu, ga ga"

Tu bebé empieza a aprender palabras porque escucha los sonidos que haces al hablarle. El número de palabras que los bebés aprenden está directamente relacionado con el tiempo que sus padres dedican a hablarles. Por eso es tan importante disponer de mucho "tiempo para hablar", ¡aunque la conversación parezca más bien un monólogo! Tal vez quieras ir contándole lo que estás haciendo ("¡Mira, mamá está preparando tu cena!") o apuntando a cosas que ambos veis cuando estáis fuera ("¡Mira el perro negro!"). Aunque no te lo parezca, estos son sencillos juegos para bebés. ¡Así de fácil es ir jugando y aprendiendo!

Si tu bebé se pasa este "tiempo para hablar" frente a la televisión, se perderá la oportunidad de escucharte a ti y a las otras personas que formen parte de su vida. Los expertos han demostrado que ver la tele ralentiza el ritmo al que tu bebé aprende nuevas palabras.

Jugando y aprendiendo: volver a los básicos

En un estudio reciente se analizó el impacto de los juguetes electrónicos frente a los tradicionales para el desarrollo del lenguaje. Jugar con juguetes tradicionales y leer libros juntos superaba a jugar con dispositivos electrónicos a la hora de promover una comunicación enriquecedora entre padres y bebés.