¿Cuándo empiezan a gatear los bebes?
El desarrollo psicomotor de un bebé, es la manifestación externa de la maduración de su sistema nervioso central, por el que va adquiriendo nuevas capacidades.
El calendario de desarrollo es orientativo, algunos bebés adquieren ciertas habilidades antes que otros y pueden desarrollar más deprisa unas y otras más lentamente.
En los primeros años se produce la mayor adquisición de habilidades desde el punto de vista motor y de relación con el entorno que nos rodea, es un proceso continuo y dinámico que sigue un ritmo marcado, en el que los diferentes progresos correspondientes a cada edad quedan encadenados. Una vez que se adquiere uno, se perfecciona y posteriormente se aprende otro nuevo. Así:
- A los 4 meses, el bebé, cuando está boca abajo, es capaz de levantar la cabeza y gran parte del tronco apoyándose en los antebrazos o las manos; Si le sostenemos de pie mantiene gran parte del peso de su cuerpo.
- A partir de los 6 meses va a conseguir mantenerse sentado él solito y tener las manos libres para jugar, puede coger objetos y llevárselo a la boca.
- Es a partir de los 8-9 meses cuando empezará a gatear el bebé, ya es capaz de mantenerse erguido sobre el abdomen para avanzar, primero reptando y luego con un gateo más elaborado. Más adelante conseguirá ponerse de pie solo y sobre 1 año probará a dar los primeros pasos.
¿Cómo enseñar a gatear a un bebé?
A partir de los 6 meses es muy recomendable proporcionar al niño un entorno seguro, pero que le permita explorar e ir adquiriendo esa movilidad e independencia con el gateo.
Es el momento ideal para enseñar a gatear al bebé con el parque de juegos, en el que puede jugar y moverse sin hacerse daño al caer; Si no le gusta permanecer en el parque, podemos colocarlo sobre una alfombra mullida y fijada al suelo para evitar tropiezos.
¿Existe alguna manera en que podamos estimular el gateo de un bebé?
Podemos estimular el gateo del bebé a través del juego, nunca forzando al bebé, ya que con varios minutos al día pueden ser suficientes para practicar alguna de las actividades. A los bebés les gusta que les hablen y les muestren sus juguetes, sobre todo si son de colores vivos o si hacen ruidos, podemos enseñar a gatear al bebé haciendo que siga sus juguetes con la vista, acercándole y alejándole los juguetes, o jugar a escondérselos, es muy útil jugar al cucú, llamar por su nombre al bebé y decirle que venga hacia nosotros con las manos, ponerle boca abajo y que vaya reptando para coger algún juguete.
A partir de esta etapa, cuando empieza a gatear un bebé, es muy importante extremar las precauciones de seguridad en casa. Se lo llevará todo a la boca, con lo que es muy importante no dejar a su alcance piezas pequeñas que pueda tragarse, medicamentos, productos de limpieza, etc. Al mismo tiempo al comenzar a gatear es necesario proteger las esquinas de los muebles, o fijarlos a la pared, proteger el acceso a cajones, las escaleras, los enchufes etc.
¿Qué ocurre si mi bebé no gatea?
No es obligado gatear para aprender a ponerse de pie ni para iniciar la marcha, algunos niños se ponen de pie y caminan sin pasar por el gateo y puede ser totalmente normal.
Puede ponerse de pie tomando un punto de apoyo y aunque al principio suele caerse rápidamente, va manteniendo el equilibrio durante unos segundos. Durante los próximos meses continuará mejorando el equilibrio poco a poco.
La forma en la que el bebé empieza a caminar es muy variable pudiendo reptar, gatear o rodar sobre sí mismo, desplazarse sobre las nalgas o lateralmente apoyándose en los muebles que encuentra a su paso, y todas se consideran normales.
Los padres suelen ser los primeros en sospechar la presencia de algún trastorno y por eso ante cualquier duda conviene consultar al pediatra, quien valorará al bebé en las revisiones de niño sano.
Los límites entre lo que se considera normal y lo que no, a veces no son fáciles de definir existiendo situaciones dudosas que pueden precisar valoraciones periódicas.
Puede haber un retardo únicamente en un área y haber un desarrollo normal en las demás. Siempre hay que tener en cuenta que puede haber muchas diferencias en el desarrollo psicomotor de unos bebés y otros, por eso hay que respetar el ritmo de cada uno, puesto que cada niño tiene el suyo propio y es importante no hacer comparaciones entre ellos, fomentando siempre está evolución.
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