Calcular los días fértiles: historia de la fertilidad
La fertilidad de la mujer ha sido objeto de estudio y veneración desde la antigüedad, pero no fue hasta mediados del siglo XX cuando el trabajo de varios médicos y científicos arrojó luz sobre las fases del ciclo menstrual y la idoneidad de algunos días para concebir dentro de este ciclo. Es decir, hasta hace solo unos 150 años su conocimiento era poco más que conjeturas y poco se sabía sobre el calendario de días fértiles.
Cuesta creerlo cuando hoy en día la calculadora de ovulación y los calendarios de días fértiles se han convertido en una herramienta de consulta casi obligada para quienes buscan concebir. La calculadora de ovulación ayuda a determinar los días de mayor probabilidad de embarazo en las mujeres monitorizando unos meses (se recomienda hacerlo durante tres meses mínimo) el ciclo menstrual, anotando el primer día de menstruación y los días transcurridos hasta el siguiente, siendo el promedio 28 días (aunque los de entre 21 y 35 días también se consideran dentro de lo normal). Una vez establecido este ciclo, los días con mayor probabilidad de embarazo son el día 14 del ciclo, contando el primer día el inicio de la menstruación, más los tres anteriores y los tres posteriores.
Calcular los días fértiles en la antigüedad: mitos, leyendas y curiosidades
La fertilidad siempre ha sido una de las mayores preocupaciones de la humanidad, y no está exenta de curiosidades sobre las prácticas que algunas civilizaciones realizaban con el fin de procrear. Son muchas las tribus que realizaban (y siguen realizando) danzas de la fertilidad, invocando el poder de los dioses y la naturaleza. En el antiguo Egipto uno de los métodos para averiguar si una mujer era fértil y estaba preparada para concebir era colocar un diente de ajo o una pequeña cebolla en la vagina durante toda la noche. Si la mañana siguiente el aliento de la mujer olía a ajo o cebolla, es que era el momento idóneo para concebir. En el siglo V antes de cristo, el médico griego Hipócrates afirmó que las mujeres que acababan de tener la regla y tenían deseos, concebían más fácilmente. Siglos más tarde, en el II después de Cristo, el también médico griego Sorano de Éfeso afirmó erróneamente que el periodo de ovulación de la mujer tenía lugar durante el mismo ciclo menstrual. Y como ellos, muchos otros médicos y científicos sacaron sus propias conclusiones que, como sabemos hoy, la mayoría no estaban demasiado bien encaminadas.
Días fértiles de la mujer: los primeros indicios certeros
En los siglos posteriores la investigación sobre la fertilidad de la mujer y los ciclos menstruales siguió avanzando, y poco a poco se fueron determinando síntomas que permitieron una mejor aproximación: el aumento de la temperatura basal, la espesura del moco cervical, la sensibilidad en los pechos… Estos ayudaban a averiguar los períodos en los que era más probable concebir, permitiendo establecer un calendario de días fértiles.
Calcular los días fértiles: avances científicos ¡y tecnológicos!
Muchos años tuvieron que pasar desde estas primeras y certeras aproximaciones hasta poder saber si una mujer está ovulando incluso con una carita sonriente en un moderno test de ovulación. Si quieres quedarte embarazada la calculadora de ovulación será tu mejor aliada, y si quieres determinar con mayor exactitud los días de ovulación, estas pruebas, que funcionan con tiras en contacto con la orina, te ayudarán a saber con exactitud cuándo es el momento idóneo. Además, recuerda que es importante visitar a tu ginecólogo.
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