Bronquiolitis en el bebé 

¿Qué es la bronquiolitis?

La bronquiolitis es una infección que afecta principalmente a las vías respiratorias más pequeñitas de los pulmones, que se llaman bronquiolos. Por lo general, es causada por un virus, siendo el virus sincitial respiratorio (VSR) el más común. Esta enfermedad provoca inflamación y obstrucción en los bronquiolos, lo que dificulta la respiración, especialmente en bebés y niños pequeños. 

¿Qué causa la bronquiolitis en los bebés?

La principal causa de la bronquiolitis en los bebés es una infección viral, generalmente por el virus sincitial respiratorio (VSR). Este virus es altamente contagioso y se puede transmitir a través de gotitas respiratorias cuando una persona infectada tose o estornuda. El virus puede sobrevivir en las superficies durante varias horas, por lo que los bebés pueden contagiarse al tocar objetos infectados. 

¿Cuáles son los síntomas de la bronquiolitis en los bebés?

Los síntomas de la bronquiolitis pueden variar en gravedad, pero suelen aparecer unos días después de haber estado expuesto al virus. Algunos signos comunes de la bronquiolitis en los bebés son: 

Tos: es muy común que tengan tos persistente, a veces con mocos espesos. 

Congestión nasal: es posible que tengan la nariz tapada o con secreción debido a la inflamación de las vías respiratorias. 

Respiración rápida o dificultad para respirar: si tienen problemas para respirar, como respiración rápida, nariz que se ensancha, hundimiento entre las costillas o silbidos, eso puede ser preocupante. 

Fiebre: algunos bebés pueden tener fiebre, aunque generalmente es leve. 

Cansancio e irritabilidad: la bronquiolitis puede hacer que los bebés se sientan cansados e irritables, lo que afecta su alimentación y sueño. 

¿Cómo se trata la bronquiolitis?

Como se trata de una infección viral, la bronquiolitis no se puede tratar con antibióticos, ya que no son efectivos contra los virus. La mayoría de los casos de bronquiolitis son leves y se pueden tratar en casa con las siguientes medidas: 

• Hidratación: asegúrate de que tu bebé esté bien hidratado, ofreciéndole el pecho o pequeños sorbos de agua, dependiendo de su edad. 
• Aspiración nasal: puedes usar una jeringa o un aspirador nasal para eliminar los mocos de la nariz del bebé y así facilitar su respiración. 
• Elevar la cabeza: levantar un poquito la cabeza de la cuna puede ayudar a aliviar la respiración y reducir la congestión. 
• Vigilancia: observa la respiración y el estado general de tu bebé. Busca atención médica si notas algún signo de dificultad para respirar o empeoramiento de los síntomas. 

¿Cuándo debes buscar ayuda médica?

Aunque la mayoría de los casos de bronquiolitis se resuelven por sí solos con medidas sintomáticas, algunos bebés pueden desarrollar síntomas graves que requieren atención médica. Busca ayuda médica de inmediato si notas alguno de los siguientes signos:

• Respiración rápida o dificultad para respirar: si la respiración de tu bebé se vuelve rápida, superficial o difícil, busca ayuda médica. 
• Empeoramiento de la tos: si la tos persiste y empeora, es importante que un profesional de la salud la evalúe. 
• Deshidratación: presta atención a los signos de deshidratación, como reducción en la producción de orina, sequedad en la boca o hundimiento de la fontanela (la zona blanda de la cabeza del bebé). 

¿Qué puedes hacer para prevenir la bronquiolitis en tu bebé?

Aunque no siempre es posible prevenir la bronquiolitis, hay algunas medidas preventivas que puedes tomar para reducir el riesgo de que tu bebé se contagie del virus: 

• Higiene de manos: lávate las manos con frecuencia con agua y jabón, o usa desinfectante de manos a base de alcohol. Esto ayuda a prevenir la propagación de los virus. 
• Evitar el contacto con personas enfermas: limita el contacto con personas que tengan síntomas de resfriado, ya que eso reduce el riesgo de exposición al virus. 
• Evitar la exposición al humo del tabaco: no expongas a tu bebé al humo del tabaco, ya que eso puede empeorar los síntomas respiratorios. 
• Vacunación: aunque aún no hay una vacuna específica contra el VSR para bebés, asegúrate de que tu bebé esté al día con sus vacunas, incluyendo la vacuna contra la gripe, ya que eso puede ayudar a prevenir algunas infecciones virales.