Alimentos ricos en proteínas para tu bebé
Una nutrición adecuada determinará en gran medida el desarrollo y el crecimiento de tu hijo.
Una dieta equilibrada que incluya un aporte adecuado de vitaminas y minerales esenciales es la mejor garantía para la salud de tu bebé. El hierro contribuye al desarrollo cognitivo normal. El zinc contribuye a la función normal del sistema inmunitario, mientras que el yodo contribuye al desarrollo cognitivo normal, y la vitamina D contribuye al desarrollo normal de los huesos y dientes. Son especialmente importantes para tu hijo, mientras que las vitaminas del grupo B contribuyen al normal metabolismo de producción energética de los niños y niñas más activos.
Estos nutrientes pueden encontrarse en una gran variedad de alimentos, por lo que es importante dar a tu bebé una dieta equilibrada y variada que incluya un correcto aporte de vitaminas, minerales grasas, proteínas y carbohidratos.
Los carbohidratos, entre los cuales se encuentran los azúcares, son una fuente importante de energía para el cuerpo, y normalmente representan el 50-70 % de nuestra dieta. Los cereales son un ejemplo de una fuente adecuada y asequible de carbohidratos. La fibra alimentaria, aunque es difícil de digerir, debería formar parte de cualquier dieta una vez que su sistema digestivo sea lo suficientemente fuerte. Buenas fuentes de esta fibra son los cereales integrales, las verduras, las legumbres, la fruta y los frutos secos.
Las grasas son otra fuente de energía que proporcionan más del doble de energía que los carbohidratos. Intenta evitar el exceso de grasas saturadas, principalemte de origen animal y opta por el uso de aceites como el de oliva y girasol (principalmente grasas insaturadas).
Las proteínas son uno de los nutrientes más importantes para el crecimiento y desarrollo de tu bebé. La cantidad y calidad de proteínas que tu bebé recibe contribuyen a la construcción del cuerpo, incluyendo el cerebro y los músculos. Durante los primeros 4-6 meses de vida del bebé, dar el pecho es la mejor manera de regular los niveles de proteína. La leche materna tiene la cantidad de proteínas ideal para las necesidades de tu bebé en esos primeros meses de vida. La concentración de proteínas en la leche es mayor al nacer el bebé y disminuye a medida que el bebé se hace mayor y su crecimiento se modera.
Cuando el bebé deja de alimentarse exclusivamente de leche materna y empieza a comer alimentos sólidos, la ingesta de proteínas puede dispararse. Ello ocurre porque muchas mamás cumplen con la recomendación de dar al bebé dos vasos de leche al día, pero también incluyen otras proteínas a las que el bebé tiene acceso por medio de la dieta familiar (carne, pescado y cereales). Esta ingesta de proteínas diarias excede habitualmente las cantidades recomendadas. Por lo tanto, intenta limitar la cantidad de proteínas que tu hijo ingiere hasta que tenga dos años de edad y elije fórmulas infantiles adecuadas a su edad con el mínimo contenido de proteínas posible, como las leches NAN SUPREME 2.