Lo bueno de ser realmente natural

El vidrio es una opción segura y ecológica para proteger el alimento de tu bebé. El envase de cada comida y bebida afecta a los ingredientes que contiene, ya que está en contacto directo con ellos.

Un tarrito de cristal es una óptima opción para envasar y conservar los alimentos de los más pequeños. No se filtra el contenido y los peligros para la salud son significativamente menores. Además, un tarrito de cristal ayuda a preservar el sabor original de los alimentos, conservando así nuestros ingredientes 100% naturales.

En definitiva, nuestros tarritos de cristal son seguros para los bebés a la par que prácticos para los padres.

Trazabilidad 100% significa que garantizamos la mayor calidad en todos nuestros ingredientes, seleccionándolos desde el origen y que, a través de más de 100 controles distintos durante todo el proceso de elaboración del tarrito, podemos conocer con precisión en caso de detectar algo que pueda estar ligeramente fuera de nuestros estándares de calidad, en qué punto se ha producido para corregirlo y mantener dichos estándares siempre intactos y al más alto nivel.

Por ejemplo, de cada zanahoria que contiene tu tarrito, sabemos qué agricultor la cultivó, en qué campo se cultivó y qué día se recolectó. Y es que, al igual que tú no pierdes de vista en ningún momento a tu bebé, nosotros siempre estamos pendientes de todos los procesos por los que pasa cada ingrediente de nuestros tarritos. Todo para que llegue a tus manos con la máxima garantía de calidad.

Porque todos los bebés son muy sensibles y queremos garantizar la máxima calidad y seguridad para ellos. Desde los campos en los que cultivamos los ingredientes, durante su elaboración y hasta que llega a la cuchara de tu pequeño; nuestros tarritos pasan por más de 100 chequeos.

Para nuestros tarritos de frutas y verduras, se hace una exhaustiva selección de los campos donde se cultivarán los ingredientes, asegurando que se cumple la normativa europea, así como los requerimientos internos que nos marcamos desde Nestlé. Además, recomendamos las acciones a llevar a cabo durante todo el cultivo para que cumplan con las más estrictas regulaciones de seguridad y con nuestras normas internas, más exigentes que las marcadas por la legislación.

Con nuestras carnes y pescados, controlamos la ausencia de componentes que puedan afectar a la máxima calidad de nuestros productos.

Y si todo cumple las exigencias de calidad y seguridad marcadas por la legislación y por Nestlé, nuestros tarritos PURÉS NESTLÉ estarán listos para dirigirse hacia tu establecimiento habitual más cercano.

Porque les conocemos personalmente y sabemos de primera mano que están comprometidos y altamente cualificados. NESTLÉ, antes de iniciar el cultivo, selecciona a los agricultores y sus campos, que siempre están en plena naturaleza y alejados de cualquier fuente de contaminación. Nuestros agricultores cultivan en parcelas pequeñas y recolectan los ingredientes manualmente, estimulando la agricultura tradicional.

Ellos, desde el principio, saben que su producción irá destinada a la alimentación infantil, y eso les hace dedicar a sus cultivos un cariño especial. Su alta implicación y valores de transparencia son las claves para garantizar el mejor resultado de un trabajo en equipo que empieza con ellos y termina en las madres.

El almidón es uno de los componentes que podemos encontrar de forma natural en la mayoría de los cereales que utilizamos. En nuestros tarritos utilizamos el almidón de maíz, que es 100% natural y no contiene gluten, y que se emplea en general en la cocina para elaborar distintas recetas. Añadimos muy poquita cantidad, solo para ayudarnos a conseguir la textura ideal para nuestros tarritos que tanto gusta a los bebés.

Porque te queremos ofrecer un puré lo más parecido posible al que tú harías en casa; así tu bebé no notará apenas diferencia de textura entre tu puré y el de PURÉS NESTLÉ Selección.

Las frutas y verduras de las tiendas son de gran calidad y las debemos comer de forma habitual. No obstante, las exigencias en cuanto a pesticidas o residuos del suelo en los productos comercializados para adultos no son las mismas que las de los alimentos infantiles.

Los requisitos de los alimentos infantiles deben ser mucho más exigentes, ya que tu bebé no siempre puede tolerar los mismos niveles de pesticidas y residuos del suelo que los adultos. De hecho, los niveles que usamos en nuestros ingredientes son prácticamente cero, y en algunos casos, cero, a diferencia de en frutas o verduras para mercado adulto, donde estos niveles son muchísimo más altos.

Estos requisitos tan exigentes se dan en todos los ingredientes que usamos para elaborar nuestros tarritos tanto de frutas y verduras como de carnes y pescados.

Porque para evitar riesgos de posibles alergias al gluten, una de nuestras prioridades cuando elaboramos nuestras recetas es usar ingredientes que no contengan gluten. De esta forma, tu bebé puede tomarlo desde los 4 meses. Igualmente, todas nuestras recetas de fruta tampoco contienen gluten.

Nuestros tarritos de fruta solo tienen fruta y nada más, es decir, no contienen almidones o harinas que darían otro tipo de textura al puré. Por ello, el resultado tiende a ser algo más líquido en algún caso ya que algunas recetas contienen frutas como la pera o la naranja que, por su naturaleza, tienden a ser más líquidas.

Porque, para mantener todas las propiedades de la fruta fresca, añadimos unas gotitas de limón, justo antes de envasarlo y cerrarlo herméticamente al vacío.

Si quieres, tú también puedes añadir unas gotitas de limón a tus purés de fruta y así el puré se mantiene sin oxidarse durante más tiempo. ¡Un pequeño truco, 100% natural!

Porque la recomendación pediátrica habitual indica que no es necesario añadir azúcar en los purés hechos en casa o envasados. De esta forma, acostumbramos al bebé a disfrutar del auténtico sabor natural de la fruta. Además, las frutas ya contienen azúcares naturalmente presentes.

Porque la recomendación pediátrica habitual es no añadir sal, especialmente en las etapas iniciales de introducción de los alimentos. Además, los propios alimentos ya contienen sal de forma natural en su composición.

Aunque a nosotros nos pueda parecer más soso, porque estamos acostumbrados a sabores más salados, los bebés están descubriendo sabores, y de hecho están acostumbrados a sabores más dulces como la leche o cereales. Por eso, es recomendable no añadir sal, para que el pequeño se acostumbre al sabor natural de los ingredientes, y además así, educar su paladar a este sabor contribuyendo a crear unos hábitos alimentarios saludables para su futuro.

Porque el aceite de oliva virgen extra es de máxima calidad. Tiene unas propiedades muy beneficiosas tanto para ti como para tu pequeño como su alto contenido en ácido oleico y vitamina E, que tiene un efecto antioxidante. Además, aporta grasas saludables que tu bebé necesita para un adecuado desarrollo.

Y lo más importante, el aceite de oliva es uno de los pilares de la dieta mediterránea y, ¡les da un sabor riquísimo a las comidas!

Es un resultado del propio proceso de elaboración: durante el llenado de los tarritos, a veces se pueden producir pequeñas salpicaduras del puré hacia la tapa o la boca del tarro. Una vez el tarrito se ha cerrado herméticamente, se procede a su cocción. Durante la ebullición, esas salpicaduras de pequeñas gotitas de puré se pueden cocer más que el resto de la masa del puré, y oscurecer ligeramente, dando el aspecto que se puede observar en algunos casos. Pero no supone en absoluto ningún defecto del producto, y es un aspecto que entra dentro de la normalidad del propio proceso de elaboración y esterilización.

Porque la evolución de la sociedad y de nuestro entorno medioambiental nos exige trabajar cada vez con más rigor en ofrecerte productos que usen ingredientes que en su obtención, proceso y preparación, sean más respetuosos con el cuidado del medio ambiente.

Porque una vez fabricados se cierran y envasan herméticamente al vacío, como se hace con las conservas tradicionales, permitiendo así un uso con todas las garantías durante un largo período de tiempo. Todas sus propiedades nutricionales se conservan íntegras hasta que abres el tarrito para dárselo a tu pequeño. De este modo, el “¡PLOP!” que hace la tapa al abrir, es la garantía de un puré fresco y en perfecto estado. Es importante que sepas que no usamos ni conservantes ni colorantes ni ningún otro tipo de aditivo; es precisamente el hecho de tener el producto perfectamente esterilizado y cerrado al vacío lo que hace posible que no tengamos necesidad de usar ningún tipo de conservante ni aditivo para asegurar la larga vida del producto.

Introducir alérgenos en la dieta de los bebés no entraña riesgo de desarrollar o provocar una alergia. Se recomienda que la introducción de alérgenos se haga siempre de modo gradual, en dosis pequeñas, y separadamente de la introducción de otros alérgenos para detectar más fácilmente si se produce una reacción. En todo caso, la edad en la que se introduce no tiene incidencia alguna en este aspecto.

En el caso del melocotón y el albaricoque, lo que puede producir reacción es la piel de los mismos. En la elaboración de nuestros tarritos empleamos la fruta pelada. Sin embargo, no se puede garantizar un pelado perfecto de la fruta con lo que nuestros purés pueden contener pequeñas trazas de piel.

Por tanto, en caso de que tu bebé tenga alergia al melocotón o albaricoque, no debes darle PURÉS NESTLÉ que contengan dichas frutas, seguro que le gustarán muchas de nuestras recetas sin estos ingredientes.

De modo similar, que tu bebé no muestre alergia a un tarrito PURÉS NESTLÉ que contenga melocotón o albaricoque, no es garantía de que no tenga dicha alergia pues es probable que en dicho tarrito no hubiera presencia de piel de la fruta.