4 semanas de embarazo
¡Ya casi estás de un mes! Esta semana están pasando un montón de cosas en tu interior.
Desarrollo del feto a las 4 semanas de embarazo
¡Tu bebé se está acomodando para recorrer un largo viaje. El óvulo ya se ha instalado en el útero, se está formando el líquido amniótico y la placenta, y el óvulo fecundado está llegando a la friolera de ¡0,2 mm de diámetro!
En este momento, cuando el embrión mide menos de 1 mm, se le conoce como blastocisto. Es un conjunto de células madre amorfo que se desarrollará hasta formar todos y cada uno de los tejidos de nuestro cuerpo durante el proceso llamado organogénesis. Durante la organogénesis, estas células se irán diferenciando unas de otras, ya que cada una tendrá unas funciones concretas, según el tejido u órgano al que pertenezcan. Así es como, poco a poco, se irán formando la piel y el sistema nervioso, los músculos, los intestinos... Algunas de estas células madre serán las encargadas de formar la placenta, el órgano que el bebé usará para proveerse de todo lo que necesite de la madre.
En esta semana empieza el llamado organogenésis. Se empiezan a perfilar muchos de los órganos internos, como el riego sanguíneo. Al término de la cuarta semana, el bebé parece un diminuto punto decimal flotando en el líquido amniótico y la circulación feto-placentaria ya se ha formado y está activa. Sorprendentemente, desde su concepción, ¡su peso se ha multiplicado por 10.000! El desarrollo del feto no ha hecho más que empezar.
Cambios en el cuerpo
Han pasado seis semanas desde tu último periodo. Ahora estás de 4 semanas de embarazo y los cambios en tu cuerpo serán más notables. Esa maravillosa motita se ha convertido ya en un punto y la célula original se ha dividido centenares de veces. Se está desplazando desde la trompa de Falopio hasta el útero. Una vez encuentre un lugar que le resulte cómodo, creará su madriguera y se implantará. En aquel momento se libera una gran cantidad de hormonas. Son esenciales para tu bebé, ya que aseguran que tenga todo lo necesario para crecer. Esas hormonas impedirán que te venga otra vez el periodo mientras estés embarazada y también intervendrán en la formación de la placenta. ¿Para qué sirve la placenta? Suministra oxígeno y nutrientes al bebé y actúa de protección contra muchos gérmenes y contaminantes. Pero eso no es todo. Si aún no has dejado de fumar, ¡ahora es el momento! (¡Y esto va también para los papás!)
Además del retraso en la menstruación, puede ser que este cambio derivado del embazo vaya acompañado de otras molestias. Los síntomas son muy distintos en cada mujer. Algunas pueden notar molestias como si la menstruación tuviera que venir de un momento a otro: hinchazón de vientre, pinchazos o calambres, el pecho más tenso, cambios de humor, cansancio... Y es que cada uno de los ciclos menstruales que la mujer tiene a lo largo de su vida es una preparación del cuerpo para un posible embarazo. De ahí que a veces se confunda el embarazo con un simple retraso de la regla. Algunas mujeres incluso pueden empezar a notar náuseas, aunque esto es menos habitual.
Qué comer y qué no en las 4 semanas de embarazo
Todo el mundo afirma que “hay que comer sano” durante el embarazo pero, a veces, puede parecer un verdadero desafío y una exigencia nada precisa. La regla de oro es hacer hincapié en la calidad. Te ayudará a adoptar buenos hábitos desde las fases iniciales del embarazo. Céntrate también en dedicar un cuidado especial a la preparación de tu comida para evitar cualquier riesgo de intoxicación, tanto para ti como para tu bebé. A la hora de saber qué comer y qué no, te recomendamos que cocines bien la carne: ¡prohibidos los bistecs tártaros y las carnes poco hechas! Lávate bien las manos después de cuidar el jardín o de alimentar a tus mascotas, antes de cocinar, y asegúrate de lavar las frutas y verduras a conciencia. Si tienes tiempo para limpiar la nevera con frecuencia con agua, jabón y lejía, hazlo. Evita comer las sobras, ya que suponen un campo de cultivo para las bacterias. Si vigilas un poco, ¡puedes hacer mucho por tu salud y por la de tu bebé!
Consejos para embarazadas
Uno de los consejos más comunes entre las mujeres a las 4 semanas de embarazo es el de tomar suplementos vitamínicos y minerales durante el embarazo, pero, ¿Es buena idea?
La comunidad médica tiende al consenso al afirmar que con una dieta equilibrada por lo general ya se cubren las necesidades vitamínicas y de minerales. Sin embargo, la realidad es que las mujeres suelen seguir una dieta poco equilibrada. Una mujer embarazada tiende a precisar un consumo más elevado de hierro, calcio, vitamina D y ácido fólico. La ingesta de suplementos vitamínicos puede ayudar a suplir algunas carencias. Como cualquier otro medicamento, hay que consultar al médico antes de tomar cualquier suplemento dietético durante el embarazo. Él o ella te podrá recetar el suplemento más adecuado para el embarazo. Ojo: ¡no juegues a ser farmacéutica! ¡Una dosis incorrecta de ciertos nutrientes (vitamina A, vitamina D, selenio, flúor) puede ser perjudicial para tu bebé!
Por cierto, ¿has ido al ginecólogo? Lo lógico es realizar una primera consulta antes del final del tercer mes. Tu médico te pedirá un análisis de sangre durante la fase inicial del embarazo y programará tu primera ecografía, que te practicará alrededor de la semana 12.
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