¿Qué ropa premamá es mejor?
Mientras vamos avanzando en los preparativos para la llegada del bebé, mi cuerpo va cambiando y mi armario se reduce. ¡Cada vez me caben menos cosas! Ahora prima la comodidad, aunque esta no está reñida con la moda. Y ya que estamos... ¿Qué tengo que llevar al hospital?
Desde finales del primer trimestre de embarazo, tu cuerpo cambia muy rápidamente: los pechos adquieren volumen, el vientre crece, las caderas se ensanchan… Resumiendo: ¡es inútil obstinarse en subir la cremallera de tus tejanos preferidos! Ríndete a la evidencia: necesitas cambiar tu vestuario.
Ropa premamá que evoluciona
Tranquila, en las primeras semanas de embarazo no necesitarás ropa de embarazada, te servirá tu ropa habitual. De todas maneras, olvídate de los tejanos pitillo y de las prendas más ceñidas, que te comprimen la barriga y las piernas.
Es con el paso de los meses, y sobre todo a partir del segundo o tercer mes, cuando necesitarás optar por la comodidad de las prendas algo más amplias. Aprovecha la moda de las túnicas, las atractivas blusas, los pantalones anchos y los cinturones grandes, que te permitirán ir cómoda y a la moda. Depende de cada mujer, pero ya hay quien en el primer trimestre de embarazo necesita ropa premamá. No te preocupes, tienen un diseño perfectamente estudiado para proporcionarte la máxima comodidad: una pieza extensible en la parte delantera, tiras elásticas ajustables en la cintura, talle alto, pantalón de cordón... Escoge prendas de ropa premamá ajustables, que evolucionan adaptándose a tus formas con el paso de las semanas. Puedes estar segura de que hoy en día existen muchas marcas que diseñan colecciones sofisticadas y a la moda. ¡Se acabaron los vestidos saco y los petos sin formas!
Otro factor a tener en cuenta es el tejido. Opta por materiales suaves que no irriten, porque la piel de las embarazadas suele ser más sensible. Descarta los tejidos sintéticos tanto en verano como en invierno. Lo mejor es el algodón, que deja que la piel transpire, o la lana, tan natural.
De todas maneras, no hace falta renovar todo el armario para ir a la moda en el embarazo. Invierte en algunas prendas buenas básicas como uno o dos pantalones premamá, una falda, un vestido… Todo depende de la época del año. ¡Y no tengas reparos en comprar ropa de premamá de segunda mano o que te las presten! Saca partido del círculo de amigas y conocidas que ya han tenido niños.
Ropa interior y calzado
Durante el embarazo, cambiarás de talla de sujetador. Elige entre llevar el sujetador clásico, de una talla superior, o un sujetador de lactancia. Éste último suele ser más caro, pero podrás seguir llevándolo durante la lactancia. Algunos son ajustables (la copa se adapta en un rango de dos tallas), cosa que puede resultar muy práctica. En cualquier caso, lo importante es escoger un modelo que no te comprima excesivamente y, si lo necesitas, ir cambiando a medida que el tamaño del pecho aumente. ¡Resalta tu escote! La piel durante el embarazo está más bonita, los pechos más generosos… ¡Estás más atractiva!
La elección del calzado durante el embarazo también es importante, porque los pies tienen tendencia a hincharse. A veces es necesario incluso comprar un par de zapatos de una o dos tallas más. Evita los tacones demasiado altos (máximo 2 o 3 cm), que fuerzan el arco del pie y pueden provocar caídas. Descarta los zapatos demasiado ajustados y las botas que compriman las piernas.
¿Qué tengo que llevar al hospital?
Falta poco para el gran día, y además de tener en cuenta tu ropa, tendrás que tener preparada tu maleta para la maternidad, por si acaso. ¿Quieres saber qué debe incluir?
- 6 camisetas amplias, a ser posible abiertas por delante, como las fantásticas túnicas premamá.
- 2 o 3 pantalones amplios o vestidos.
- 1 chaqueta de punto cálido.
- 2 camisones o pijamas.
- 1 bata.
- 3 o 4 pares de calcetines y zapatillas o manoletinas.
- 2 sujetadores de lactancia y discos absorbentes.
- Una veintena de bragas desechables (Surgifix).
- 1 traje para la salida de la maternidad.
- 5 toallas.
- 1 bolsa para la ropa sucia.
- 1 neceser con tus cremas de rostro y cuerpo y un poco de maquillaje.
No dejes de estar a la moda, incluso en el hospital. Hay que olvidarse del chándal amorfo y prepararse para recibir a la familia y a los amigos que vendrán a verte y a admirar a tu pequeño prodigio. Ponerse guapa, incluso después de dar a luz, es la mejor manera de luchar contra la depresión postparto… ¡Y a tu pareja le va a encantar!
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