Comida familiar: que tu bebé tome la iniciativa
Los estudios han demostrado que compartir las comidas en familia beneficia a tu bebé más allá de la alegría de comer juntos.
Los estudios han demostrado que compartir las comidas en familia —independientemente del tamaño de esta— beneficia a tu bebé más allá de la alegría de comer juntos.
Comida familiar
Si hacéis comidas familiares a menudo, su dieta será más saludable y se reducirá el riesgo de sobrepeso cuando sea algo más mayor y en la etapa preescolar. A muchas familias les encanta comer juntas para estrechar ese vínculo especial y enseñar a sus hijos hábitos alimenticios saludables y buena educación en la mesa de forma relajada y divertida: y es que los beneficios de comer en familia son múltiples. Con una buena rutina, tu bebé comerá más alimentos complementarios y una mayor variedad.
Es importante que la experiencia sea agradable y relajada para el bebé. Ahora es el mejor momento para pensar en los estilos y las prácticas de alimentación para que tú y vuestra familia creéis un ambiente que promueva la alimentación perceptiva.
Consejos para la comida familiar de forma sencilla y relajada
Las comidas familiares son una prioridad. Comed sentados a la mesa y a las mismas horas todos los días siempre que podáis y animad a las cuidadoras y otros familiares al cargo a que hagan lo mismo.
No dejes que se pierda una oportunidad y aprovechad los beneficios de comer en familia siempre que podáis. Aunque ya haya comido por lo que sea, siéntalo a la mesa y, si parece tener hambre, ofrécele alimentos que pueda coger con los dedos para que participe también en la comida familiar. Ponle trocitos de fruta blanda o verduras bien cocinadas para que tenga un buen aporte nutritivo. Si no tiene hambre, no lo obligues a comer. Deja que se quede sentado a la mesa y observe a su familia comer bien.
Tendrá que estar bien sentado y cómodo y las comidas serán una experiencia inclusiva y positiva.
No lo pongas en un sitio desde el que no pueda ver al resto de la familia o su comida.
Asegúrate de que pueda verte a ti y a los demás miembros de la familia siendo educados a la mesa y comiendo bien.
Elige alimentos saludables para tu bebé y para el resto de la familia.
No pongas aperitivos poco saludables, bebidas con azúcar o dulces
Interactúa con tu bebé y con el resto de la familia. La conversación animada, el contacto visual y las sonrisas entre los padres y los pequeños hacen que todos disfrutéis de la experiencia.
No enciendas la tele ni tengas los móviles y otras pantallas en la mesa.
¿Cuál es tu personalidad en cuanto a alimentación?
Ahora que tu bebé ya se ha incorporado a las comidas familiares, es fácil caer en patrones de alimentación que no resultan idóneos. La "personalidad" en cuanto a alimentación a veces se instala muy pronto en la aventura de la crianza, por lo que es tan importante pensar en cómo le ofreces el alimento como en qué le ofreces.
Estudios científicos respaldan la práctica de la alimentación perceptiva. La madre o el padre deciden qué comidas saludables le ofrecen y cuándo, y el bebé decide si quiere comer y cuánto. Además, se crea un ambiente agradable y cómodo para comer en familia, positivo y motivador, sin presionar para que coma. Se respetan las señales de hambre y saciedad del bebé.
¿Te reconoces en estas cuatro descripciones de la "personalidad" en cuanto a alimentación?
Complaciente
Características: No prestas atención a las señales de hambre y saciedad de tu bebé ni te preocupas de que la comida sea saludable o equilibrada. Si tu bebé toma biberón, le pones una ayuda para que se lo beba solo. Tú, o tu bebé, soléis ver la tele o mirar a la pantalla mientras coméis y no interactuáis. No sueles limitar la ingesta de alimentos con azúcar o poco saludables.
Opinión del experto: No se recomienda esta personalidad complaciente. Los estudios indican que este tipo de enfoque se asocia a una dieta de menor calidad y a un aumento de sobrepeso en los niños.
Restrictiva
Características: Controlas la cantidad que come el bebé y procuras no ofrecerle demasiado.
Opinión del experto: No se recomienda restringir la cantidad de comida. Los estudios han demostrado que a los padres de bebés más grandes les suele preocupar que se pongan demasiado rollizos e intentan limitar la cantidad que comen. Recuerda que, para un crecimiento saludable, tu bebé decide cuánto necesita comer.
Insistente
Características: Intentas incrementar la cantidad de alimento que come tu bebé, insistes para que se coma otra cucharada o termine el plato y lo felicitas a cada bocado que da. A veces recurres a darle de comer para calmarlo aunque no parezca tener hambre.
Opinión del experto: No se recomienda esta personalidad insistente. Los estudios han demostrado que, si obligas al bebé a comer más de lo que quiere, su crecimiento puede verse afectado negativamente y, de hecho, la consecuencia directa puede ser que coma menos variedad de alimentos saludables cuando sea mayor.
Perceptiva
Características: Dejas que tu bebé decida cuánto quiere comer y prestas atención cuando te indica que tiene hambre. Le escuchas cuando te dice que está lleno y no lo animas a seguir comiendo si ya no quiere más.
Opinión del experto: Se recomienda la personalidad perceptiva a la hora de alimentar al bebé. Los estudios han demostrado que este enfoque se traduce en una mejor calidad de la dieta y en un crecimiento más saludable.
Si crees que coincides con alguna de las características de las tres primeras personalidades, prueba a aplicar los principios de la alimentación perceptiva. La puesta en práctica de estas técnicas fomenta los hábitos de alimentación saludable ahora y a lo largo de su vida. Si deseas más información, consulta el apartado de Alimentación perceptiva: qué hacer y qué no hacer.
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