9 formas sencillas de pasar más tiempo de calidad con tu hijo
¿Alguna vez te has sentido como un mal padre o una mala madre por no pasar suficiente tiempo con tu hijo, o te has sentido culpable porque el tiempo que pasáis juntos se hace pesado? Lee nuestras nueve formas sencillas de pasar más tiempo de calidad con tu hijo, con ideas que van desde divertidos entrenamientos para niños hasta cómo cocinar con ellos y disfrutar de las comidas en familia.
Como dice el viejo refrán, la calidad prima sobre la cantidad, así que con un poco de planificación previa, puede convertir incluso las actividades más sencillas en oportunidades especiales para crear vínculos familiares.
1. Programa tiempo de calidad en familia con regularidad
Puede que estés pensando en excursiones de un día con niños pequeños o en cosas con las que entretener a los niños en casa, ¿por qué no propones algunas opciones y dejas que tu hijo elija? Reserva un tiempo de calidad para la familia que todos puedan esperar y asegúrate de anotar en el calendario la actividad que hayas elegido para los niños para que no se te olvide. ¿No tienes tiempo? Incluso si se crean pequeños momentos de juego, por ejemplo, 10 minutos antes de irte al trabajo o al llegar a casa, puedes llegar a llenar el «depósito de amor» de tu hijo. Hazlo todos los días y deja que ellos dirijan la actividad para que se sientan más especiales.
2. Repostería o cocina con niños
Vale, puede que tu hijo no sea todavía el mejor ayudante de cocina, pero cocinar con los niños desde una edad temprana puede despertar un interés por la comida sana para toda la vida, además de darles un sentido de la responsabilidad. También es ideal para introducirles en las matemáticas básicas y animarles a seguir las instrucciones. Piensa en tareas sencillas y seguras, como ayudar a pesar los ingredientes y mezclarlos en un cuenco, y no olvides decirles lo bien que lo están haciendo para reforzar su comportamiento positivo. Para ampliar la actividad, puedes pedirle a tu hijo que te ayude a elegir una receta, hacer una lista de ingredientes e ir a comprar juntos.
3. Disfruta de las comidas en familia
Los estudios han demostrado que cuanto más a menudo os sentéis a la mesa y compartáis las comidas en familia, más probabilidades hay de que los niños pequeños tengan una dieta sana y se mantengan en un peso saludable. Compartir la hora de la comida no solo ofrece la oportunidad de dar un ejemplo de hábitos alimentarios saludables, sino también de enseñar a tu hijo la importancia del tiempo de calidad en familia. Asegúrate de que el ambiente sea cálido y relajado y de que haya mucha charla. Incluso puedes tematizar las comidas para hacerlas más divertidas, por ejemplo el martes de tacos. Dispón una variedad de rellenos saludables y deja que tu hijo elija lo que quiere comer, sin ninguna presión. Por supuesto, si te ha ayudado en la cocina, es más que probable que le haga ilusión probar sus creaciones culinarias. Para saber más sobre la alimentación responsable y sobre cómo seguir el ejemplo de tu hijo durante las comidas en familia, lee 14 maneras de criar a un niño con hábitos alimentarios saludables.
4. Combina tu ejercicio con divertidos entrenamientos para niños
Adoptar una rutina de ejercicio diario no solo es un buen ejemplo para tu hijo pequeño, sino que te da la oportunidad de crear más vínculos familiares. Tanto si se trata de una sesión de ejercicios matutinos de 10 minutos (basta con buscar ejercicios divertidos para niños en YouTube) como de un paseo después de la cena para relajaros antes de acostarse, disfruta de estos momentos especiales juntos y conviértelos en otra forma de pasar tiempo de calidad con tu hijo. Echa un vistazo a nuestra lista de Trucos para hacer ejercicio con niños pequeños con el fin de obtener más ideas sobre cómo mantenerte en forma con tu pequeño.
5. Piensa en juegos para jugar con los niños sin pantallas
Jugar con tu hijo te permite hacer el tonto y reír juntos. Asegúrate de que le prestas atención por completo apagando la televisión y guardando el teléfono. Jugar juntos también ayuda a tu pequeño a desarrollar su imaginación, su conciencia espacial y su motricidad gruesa y fina. Cuando planifiques juegos para jugar con los niños, intenta incorporar una mezcla de juego estructurado y juego no estructurado. El juego estructurado es aquel en el que diriges la actividad y tu hijo sigue instrucciones sencillas, por ejemplo, el escondite o el pilla-pilla. El juego no estructurado es aquel en el que tu hijo toma la iniciativa, por ejemplo en los juegos de rol imaginativos, o juega libremente solo con sus juguetes. Lee por qué es importante jugar con tu hijo y obtén más ideas con nuestro Planificador de actividades para niños pequeños.
6. Id de vacaciones en familia, ¡aunque estéis en casa!
Unas vacaciones familiares periódicas son una fantástica oportunidad para introducir a tu hijo en nuevas experiencias, enseñarle el mundo que le rodea y, por supuesto, disfrutar de más tiempo de calidad juntos. Pero si no tienes vacaciones en familia a la vista, ¡no desesperes! ¿Por qué no planear una acampada en el patio trasero o hacer una fiesta de pijamas en el salón? Podéis contemplar las estrellas, contar historias y cantar canciones juntos, creando recuerdos especiales de unión familiar que durarán toda la vida.
7. Prepárate para una excursión familiar con tu hijo pequeño
¿Qué tal organizar una excursión familiar o de un día con niños pequeños? Un poco de planificación puede ayudar a minimizar el riesgo de crisis, asegurando que todos puedan disfrutar del tiempo especial en familia. Viajar puede ser duro para los niños pequeños, así que divide los viajes en varias actividades para mantener el aburrimiento a raya. Piensa en actividades infantiles en las que pueda participar toda la familia, por ejemplo, un juego de espías. Los audiolibros también son una gran actividad familiar si vais en coche. Elige un clásico que todos disfrutéis con un narrador de voz suave. Puede que incluso tranquilice a tu pequeño para que se duerma. Lleva tentempiés saludables para los niños pequeños en caso de que se pongan de mal humor. Acepta el Desafío de los tentempiés para obtener ideas para comer sobre la marcha y elaborar sus propias creaciones nutritivas y deliciosas. No te olvides de meter en la mochila baberos y cucharas, cuencos y vasos de viaje: todo el equipo esencial para comer sobre la marcha. Y, por supuesto, una bolsa de bebé bien surtida con muchos pañales, toallitas y ropa de repuesto.
8. Sigue una rutina a la hora de dormir
Sea cual sea la actividad de vínculo familiar que realices durante el día, es importante mantener una rutina constante a la hora de acostarse, para que tu hijo aprenda lo que debe esperar. Leer un cuento juntos o darse un chapuzón en la bañera es una gran oportunidad para que tú o tu pareja conectéis con vuestro hijo, especialmente si habéis estado separados durante el día. Piensa en el baño, los dientes, el libro y la cama, aunque no importa lo que hagas para la rutina de tu pequeño a la hora de dormir, siempre que hagas lo mismo cada noche. Seguir una rutina a la hora de acostarse no solo ayuda a los niños pequeños a dormir más (una buena noticia para toda la familia), sino que dormir más se relaciona con un mejor comportamiento cognitivo, una mejor gestión de las emociones y unos hábitos alimentarios más saludables en los niños pequeños, todo lo cual puede contribuir a un entorno familiar más feliz para todos. Lee más sobre los Beneficios del sueño en los niños pequeños aquí.
9. Documenta tu tiempo de calidad con la familia
Ahora que ya sabes cómo transformar las actividades habituales en ideas para pasar un tiempo especial en familia, asegúrate de documentar el tiempo que pasáis juntos. ¿Por qué no crear recuerdos de vuestros momentos especiales juntos? Por ejemplo, utiliza las hojas de un paseo para hacer un collage o recoge piedrecitas de la playa para exponerlas en casa. A los niños pequeños también les encanta ver fotos y vídeos de ellos mismos, y a ti te encantará rememorar los recuerdos y maravillarte de lo mucho que ha crecido tu pequeño. Incluso puedes convertir tus imágenes favoritas en un álbum de fotos o en un montaje de vídeo; así, cuando tu hijo adolescente te pregunte qué hacíais juntos cuando era pequeño, podrás enseñárselo.
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