Tengo la tensión alta, ¿es grave?
Me han detectado hipertensión gravídica en una visita rutinaria al médico. ¿En qué consiste? ¿Qué consecuencias tiene? ¿Qué puedo hacer?
Hipertensión y embarazo
La hipertensión en el embarazo, denominada también hipertensión gravídica, debe estar muy controlada; pero con un régimen alimentario estricto y un seguimiento médico regular, ten por seguro que evitarás complicaciones. A continuación te señalamos los 10 puntos esenciales que hay que tener en cuenta.
1. Existen varias formas de hipertensión:
- La de las mujeres hipertensas "por naturaleza" que, por lo tanto, sigue vigente durante el embarazo.
- La provocada por la tensión que aumenta en cada embarazo. Vuelve a los niveles normales después.
- La que aparece en el tercer trimestre del embarazo. Esta es la que puede presentar más complicaciones.
2. La hipertensión gravídica en el embarazo puede detectarla el médico con una simple toma de tensión en reposo. Si se diagnostica, la madre y el bebé corren menos riesgo porque tendrán un seguimiento específico. Si lo considera necesario, el médico puede pedir pruebas complementarias para hacer un balance completo de la situación: análisis de sangre, ecografía, doppler…
3. Los síntomas de hipertensión son: edemas, dolores de cabeza, vértigos, ver como si volaran moscas, zumbidos en los oídos, aumento de peso reciente y considerable… Sin embargo, hay veces que puede pasar desapercibida.
4. La hipertensión gravídica afecta casi siempre a mujeres jóvenes, en el transcurso del primer embarazo o si el embarazo es gemelar. Otros factores de riesgo a tener en cuenta son la obesidad y los antecedentes personales o familiares de hipertensión o de diabetes.
5. Los riesgos de la hipertensión durante el embarazo para el bebé son: sufrimiento fetal crónico, retraso en el crecimiento, bajo peso al nacer, parto prematuro… Sin embargo, bien tratada, los riesgos disminuyen considerablemente.
6. La hipertensión durante el embarazo puede provocar en la madre daños renales, hepáticos y cerebrales. Si se detecta un aumento de la tasa de proteínas en la orina, asociado a una aparición brusca de edemas, la hipertensión evoluciona de forma muy severa hacia la preclampsia, también denominada toxemia gravídica. La última fase es la eclampsia, una especie de crisis de epilepsia violenta que puede llevar al coma. Afortunadamente, hoy en día es un fenómeno raro, pues la hipertensión se supervisa de forma muy estricta.
7. La hipertensión gravídica también puede llevar a los médicos a optar por un parto por cesárea.
8. Hipertensión y alimentación también van muy ligadas. Para prevenir complicaciones es esencial modificar los hábitos a la hora de comer, limitando el consumo de grasas y azúcar. Si tienes sobrepeso, no dudes en comentarlo con el médico o consultar a un nutricionista para que te aconseje. Tampoco olvides beber al menos 1,5 l de agua sin gas al día.
9. Si padeces hipertensión gravídica, tendrás que descansar. Se recomienda reposo absoluto y puede ser causa de baja laboral.
10. En cualquier caso, ¡no te preocupes! Hoy en día, la hipertensión gravídica está muy estudiada y muy controlada por los médicos. Si sigues sus recomendaciones, tu embarazo transcurrirá sin problemas. Se calcula que un 10% de las mujeres sufre hipertensión gravídica durante el embarazo.
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