Cinco sencillos pasos para ganar seguridad en la paternidad
Convertirte padre primerizo y llevar a casa a tu recién nacido es la experiencia más abrumadora que se pueda tener. A la par que la alegría y el amor que sientes, es totalmente normal sentirse superado por la responsabilidad y sentir que no se está preparado. Si estás teniendo dificultades para adaptarte a tu nueva situación de madre o padre, hemos recopilado algunos consejos útiles sobre cómo tener seguridad en tu papel de padre o madre.
- Escucha a tu instinto maternal (o paternal): El instinto maternal no es un mito, como tampoco lo es el paternal. Hay ocasiones en las que una madre (o un padre) está convencida de algo y no necesita más razones. Aprende a confiar en tu instinto en todo lo relacionado con tu bebé. Tú eres quien mejor lo conoce, de modo que, si sientes que algo va mal, quizás porque está durmiendo más de lo normal o porque está nervioso mientras mama, haz caso a tu instinto. Pide cita a tu pediatra. Cuanto más actúes según tus instintos, más confianza ganarás.
- Crea una red de apoyo: Todo el mundo necesita una red sólida de apoyo. Desde familiares atentos y amigos comprensivos hasta el importantísimo grupo de mamás, todos pueden ofrecer un consejo, quedarse con el bebé una tarde e, incluso, las tan necesitadas risas. Aparte de eso, ten a mano también una lista de buenos expertos. Los profesionales cualificados podrán responder cara a cara preguntas muy específicas que tengas, calmar tus preocupaciones y ayudarte a que confíes en ti misma. Además, no tengas miedo de profundizar en tus conocimientos sobre la crianza. Si sientes que estás bien informada, te sentirás más segura.
- Ignora el mito de la maternidad o la paternidad: Es mejor tener expectativas realistas sobre qué es la paternidad y cómo es realmente ser una mamá primeriza, o papá primerizo. No existe nada parecido a los padres perfectos, así que desecha ese pensamiento de una vez por todas. Acepta que las cosas pueden no salir según lo previsto, que vas a necesitar más tiempo para hacer cualquier cosa (hasta para salir de casa) y que seguramente tu bebé no querrá hacer las cosas como tú quieras. Saca tu paz interior y fluye&hellip.
- Saca tiempo para cuidar de ti misma, los papás también necesitan cuidarse: Cuidar de ti misma es muy importante, no solo para tu salud mental, sino también para la física. Ahora eres madre, pero eso es solo una parte de tu identidad. Mantén una afición que te gustara antes del nacimiento del bebé, da igual que sea dibujar, tocar un instrumento o una clase de fitness. Sé amable contigo misma y aprende a controlar tu monólogo interior para no estar constantemente regañándote. No seas tu crítico más cruel. No, no estás fallando. Estás aprendiendo.
- ¡Sé un buen ejemplo para tu hijo!: Tan importante como tener confianza es no olvidar tu responsabilidad en guiar a tu hijo para que sea un niño feliz y seguro de sí mismo. ¡Sé un ejemplo positivo para tu hijo! Disfrutad de la diversión y del juego activo juntos. No se necesitan pantallas. Y no olvides que es más probable que tu bebé coma sano y esté dispuesto a probar alimentos nuevos, si ve que tú los comes. Incentivar estos hábitos saludables sienta las bases para un desarrollo saludable para tu hijo en el futuro.
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