Permiso por lactancia materna y conciliación con el trabajo
Mi permiso por maternidad está llegando a su fin y quiero continuar dando el pecho a mi bebé. ¿Cómo puedo combinar lactancia y trabajo? ¿Cómo me organizo? ¿Qué dice la ley vigente sobre el permiso de lactancia?
Compaginar lactancia y trabajo es todo un reto. De vuelta a la rutina, bajón tras varios meses de vida en simbiosis con el bebé, fatiga, estrés... todo parece aliarse a favor del destete. Sin embargo, con un poco de determinación y mucha organización, podrás seguir dando el pecho a tu hijo, una decisión beneficiosa para ambos que prolongará la relación íntima entre tu bebé y tú cuando te reincorpores a la vida laboral.
Permiso por lactancia materna: antes de volver al trabajo
Semanas antes de empezar de nuevo a trabajar, empieza a familiarizarte con el sacaleches, tu principal aliado. Alrededor de dos semanas antes del día D, sustituye una de las tomas por un biberón de tu leche; primero cada dos días y, después, cada día. Si no te apañas con la máquina, dale leche infantil durante el día y reserva una toma de leche materna para por la mañana y/o la noche.
El volumen de leche producida se adaptará automáticamente a este cambio de ritmo.
Un consejo: la semana anterior a tu vuelta al trabajo, sácate la leche en el momento en que tengas mucha (a menudo por la mañana) o en el momento del día que no toque dar una toma de pecho. De esta manera, dispondrás de siete biberones de adelanto que podrás congelar a medida que los vayas llenando.
Cambio de costumbres
Una vez reintegrada en la vida laboral, intenta extraerte la leche por la noche, ya que por la mañana todo son prisas. Transporta los biberones de leche materna en una bolsa isotérmica o en una neverita y mételos en el frigorífico en cuanto llegues a casa o la guardería. En el trabajo, según las condiciones negociadas con tu jefe, sácate la leche con calma, en privado y, si es posible, a horas fijas. Este ritual te permitirá descansar cuando te suba la leche. Si tienes la suerte de trabajar cerca de tu hijo, aprovecha la hora convenida para darle el pecho. En caso contrario, intenta conservar la toma de la noche... ¡puesto que es el mejor antiestrés del mundo! ¿Aún sigues pensando que no podrás separarte de tu bebé? Tranquila, la relación entre vosotros seguirá siendo igual de intensa, pero poco a poco tu pequeño se irá abriendo al mundo.
¡Cuidado con esas manchas!
A menudo, compaginar lactancia y trabajo trae aparejada la aparición de algunas manchas de leche embarazosas. Ten siempre un sujetador y una parte de arriba de recambio en el trabajo. Lleva también conchas de lactancia o un paquete de almohadillas desechables para cambiarlas regularmente durante el día y después de haberte sacado leche. Puede que todo esto no cuadre con tu entorno laboral, pero es necesario contar con el equipo de lactancia completo.
El permiso de lactancia materna
Este derecho se encuentra regulado en el artículo 37.4 del Estatuto de los Trabajadores (ET), cuya redacción actual ha sido introducida por la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. ¿En qué consiste el permiso de lactancia? En la posibilidad por parte del padre o la madre de ausentarse una hora al día de su puesto de trabajo para alimentar al niño, hasta que éste tenga nueve meses. La solicitud de la hora de lactancia se ha de gestionar con la empresa y puede disfrutarse de diversas maneras:
- Dividida en dos fracciones de media hora a lo largo de la jornada laboral o convertida en una reducción de jornada de media hora a la entrada y media a la salida, o de una hora a la entrada o a la salida.
- Si el convenio colectivo o el empresario lo permiten, el permiso de lactancia puede consistir en acumular las horas en jornadas completas, con lo que podrías alargar hasta 15 días el permiso maternal.
Si el bebé toma pecho y el puesto de trabajo hace peligrar la salud de la mujer y su hijo y no hay posibilidad de ofrecerle otro puesto, el contrato de trabajo se puede suspender hasta que el bebé cumpla 9 meses. La madre cobraría el 100 por 100 de su base reguladora (igual que con el permiso maternal).
Estas disposiciones legales se conocen poco o se desconocen por completo, especialmente en empresas pequeñas. Por lo tanto, antes de reincorporarte al trabajo deberías negociar con la empresa el tiempo de lactancia diario. Ármate de valor y prepara bien tus argumentos para hacer valer tus derechos. ¡Vale la pena!
Esta semana he vuelto al trabajo. En los periodos de descanso, he puesto a mis compañeros al día sobre mis últimos meses (el parto, la lactancia, el cuidado del niño...). ¡Me encantó volver a verlos y contárselo todo! Ahora me duele el alma cuando dejo a Víctor con la niñera, pero sé que así es como debe ser y que me va bien ver a otra gente y retomar mi actividad profesional. ¡Y además, él está contentísimo con su nueva amiga! Supongo que esta ligera sensación de nostalgia se pasará rápido. - Amparo, madre de Víctor, 3 meses y medio
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