Padezco el síndrome del nido
Dentro de unas semanas, el bebé asomará su naricita. ¿Lo tienes todo? Nestlé te dice en qué te debes fijar al comprar la cuna, el resto de los muebles de su habitación y su ropa.
Desde que te enteraste de que estabas embarazada, has experimentado una tentación irresistible de fundirte la tarjeta de crédito para ofrecer al peque un cuarto a su medida y un vestuario digno de un príncipe o una princesa. No has parado hasta ultimar toda la decoración de las habitaciones del bebé. ¡Cuidado, la factura puede subir como la espuma! En Nestlé, te damos unos consejos que te ayudaran a escoger con acierto.
¿Qué muebles necesita su habitación?
Mobiliario de habitación de bebé, hay para todos los gustos y presupuestos. Pero antes de embarcarte en esta aventura, ¡abre los ojos!
La cuna debe obligatoriamente estar certificada por la norma U.N.E-EN 1130/1996 o U.N.E-EN 716-1/2 y cumplir estos requisitos para garantizar la seguridad y el bienestar de tu bebé en el momento de dormir:
Colchón: debe ser firme y adaptado al tamaño de la cuna. Si es demasiado pequeño existe el peligro de que al bebé se le queden trabados los dedos o un pie.
Almohada: durante el primer año es recomendable que tu bebé duerma sin almohada, porque esta podría asfixiarle. En caso de querer utilizarla, ésta debería ser plana y con agujeros de ventilación. A partir de los dos años ya puede dormir con almohada, pero mejor que no sea muy grande ni muy blanda.
Cojín antivuelco: asegura la posición correcta del bebé y evita que se dé la vuelta y quede boca abajo.
Mantita y sábanas de algodón: es importante que no sean muy pesadas para no afectar su movilidad en el momento de dormir. Si hace frío, vestidle con un pijama de cuerpo entero para evitar que coja un resfriado. Si las temperaturas son altas, lo mejor es que las sábanas sean de algodón o lino para que esté más fresquito.
Pinzas: estas sujetan las sábanas para que el bebé no se destape o se enrede entre las sábanas.
Carrillones y móviles: os aconsejamos poner uno en su cuna con colores llamativos y música relajante para que se tranquilice y duerma rápidamente.
El cambiador debe llevar la mención "conforme a las exigencias de seguridad". Los modelos más prácticos llevan bolsillos laterales que permiten ordenar los accesorios necesarios para el cambio de pañales del bebé. Existen modelos plegables que resultan una buena solución para quienes disponen de poco espacio.
Para el orden, es preferible optar por un mueble grande y práctico que, por varios muebles pequeños, que ocupan espacio y en los que no cabe nada. Preparar una habitación de bebé preciosa está bien… pero si además está bien pensada y es práctica, ¡mejor aún!
Si compras muebles nuevos, instálalos bastante antes del nacimiento, porque las colas y los barnices nuevos que se usan hoy en día desprenden sustancias nocivas durante varios días.
Ten cuidado si compras o reutilizas muebles de segunda mano. Asegúrate de que sean fuertes y que respondan a las normas en vigor actualmente. Si, por ejemplo, recuperas la cuna que tuviste de pequeña, comprueba que es suficientemente estable, que la distancia entre los barrotes está comprendida entre los 4,5 y los 6,5 cm y que tiene un mínimo de 60 cm de altura.
Recuerda también que existen muebles convertibles, que pueden transformarse a medida que el niño crece: la cuna se convierte en escritorio, el cambiador en cómoda… Sin duda representan una inversión algo mayor que los muebles clásicos, ¡pero es una inversión a largo plazo!
Escoge bien la ropa
No hace falta que desde la primera semana de embarazo te lances a comprar ropita desenfrenadamente. Puedes darte de vez en cuando un capricho, pero ten siempre en cuenta el mes que nacerá tu hijo. ¡El vestuario cambia mucho según sea verano o invierno! Aquí va una lista de lo imprescindible junto con un consejo: evita comprar demasiadas prendas de talla 0 para recién nacido. Si tu bebé es grande, pasará directamente a la talla siguiente, por lo que es mejor mezclar; unas cuantas prendas de tallas entre recién nacido y 1 mes serán suficientes para las primeras semanas.
Bodys: de algodón suave, preferentemente cruzados con automáticos delante (mucho más fáciles para vestir al bebe, ¡sobre todo al principio cuando todavía no lo dominamos!).
Bonitos pijamas, también llamados peleles, de terciopelo o algodón suave. También son más prácticos si se abrochan por delante.
Según la época del año, una chaquetita de algodón o lana, ¡o hasta de cachemira para las a la moda!
Calcetines (suelen ponerse con el pijama para que el bebé tenga los pies bien calentitos).
Peúcos de punto tejidos por la abuela o de piel superblandita, ¡depende!
Mantillas de algodón, que pueden servir de babero o trapito para dormir. Una idea: personalízalas con un pequeño detalle bordado en una esquina o tíñelos con un tinte de lavadora. ¡Con un color "fashion" quedarán muy divertidos!
Con la ropita "de verdad", no te agobies. Recuerda que van a regalarte mucha, y que en los primeros meses lo más importante es la comodidad. ¿Quieres una solución intermedia? ¡El peto, un imprescindible que se adapta a todas las épocas del año y a todas las ocasiones!
¿Cuándo preparar la canastilla para el hospital?
La única regla que existe es que ha de estar preparada el día del parto. Sin embargo, lo ideal es prepararla un mes antes del día D, así estarás tranquila. ¿No quieres olvidarte nada? Haz una lista completa. ¡Pero no te olvides de preparar tus cosas también!
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