Emociones de mamás primerizas: identificarlas y sobrellevarlas
Tener un bebé y convertirse en mamá o papá por primera vez es una montaña rusa emocional vertiginosa. A continuación, te indicamos 10 emociones después del parto que podrías experimentar. No estás sola. Todas estas emociones de mamás primerizas son completamente normales e increíblemente comunes.
- Te sientes sola: Hablar con otros papás primerizos puede darte confianza y ayudarte a aliviar la soledad y el aislamiento de la madre primeriza. También puedes unirte a algún grupo para mamás y niños de tu zona en las redes sociales. Y no olvides a tus amigos de siempre. Siguen estando ahí para ti. En lugar de quedarte en casa, encerrada, todo el tiempo (que, por cierto, no pasa nada por aburrirse), queda con un amigo para tomar un café o pasea por el parque. Si sois una familia monoparental y buscas cosas que hacer con tu bebé que te aporten algo, lee nuestra lista aquí.
- Te sientes estresada: Si te cuesta mucho llevar al día las tareas del hogar o si no has sacado a pasear al perro en varios días, que no te dé vergüenza, pide a tus amigos y familiares un poco de ayuda práctica con la casa. Ellos se alegrarán de poder ayudarte con tu estrés de mamá primeriza y tú podrás tachar algunas cosas de tu lista de cosas pendientes.
- Te sientes desbordada: Date tiempo si te sientes desbordada como mamá. Acabas de ser mamá por primera vez y eso supone un cambio enorme en tu vida. Las necesidades constantes del recién nacido suponen un enorme shock, por lo que necesitarás un periodo de adaptación a este gran cambio. Sé amable contigo misma.
- Te sientes agotada: Sí, está muy bien eso de decir «aprovecha para dormir cuando tu bebé duerme». Pero hay otras cosas que puedes hacer para recargar tus niveles de energía y evitar el agotamiento de las madres primerizas. No olvides comer. Comidas sencillas y nutritivas.
- Te sientes culpable: Es absolutamente normal no estar feliz las 24 horas del día cuando se es mamá primeriza. Sentirás un abanico enorme de emociones, también emociones negativas, como la culpa de madre. Acéptalas. Ábreles la puerta y dialoga con ellas. Y nunca compares tus habilidades para la maternidad con las de otras madres primerizas. Terminarás sintiéndote culpable por no hacerlo lo suficientemente bien. ¡No es cierto! Confía en ti y en tu intuición. Tú sabes lo que es mejor para tu bebé. Si necesitas consejos sobre cómo deshacerte de la culpa de madre, lee nuestra lista.
- Te sientes perdida: Eres mujer, amiga, compañera... y a todo eso ahora tienes que sumar «madre» y ponerlo por encima de todo lo demás. Las crisis de identidad de la madre primeriza son muy comunes, pero recuerda que no es egoísta que a veces tengas que anteponer tus necesidades a las de tu bebé. Dedícate algo de tiempo para despejarte. Haz ejercicio, date un baño, queda con amigos para charlar. Te sentirás renovada y más fuerte.
- Te sientes triste: Durante las primeras semanas después del parto, muchas mujeres padecen lo que se denomina con frecuencia «tristeza puerperal». Te sentirás al borde de las lágrimas, emocional, inquieta e irritable. Todo eso se debe a los cambios hormonales y químicos que se están produciendo en tu organismo después del parto (y seguramente la falta de sueño tampoco ayuda). Todos estos síntomas de mamá triste son normales y conforme las hormonas se vayan calmando, comenzarás a sentirme mejor. No sufras en silencio. Habla con tu pareja, amigos o familia. Y si estás preocupada, habla con tu médico.
- Te sientes confusa: Amigos, familiares, e incluso extraños en la calle, intentarán darte consejos sobre el bebé que tú no has pedido. Sí, todo el mundo tiene su propia opinión y están desesperados por compartirla contigo. No nos extraña que estés confusa y que te sientas insegura sobre tus propias decisiones. Todos tienen buenas intenciones, así que escúchalos, pero después siéntete libre de ignorar esos consejos. Si necesitas ayuda para contestar a preguntas no deseadas sobre la lactancia, lee nuestras réplicas rápidas aquí. Lo mejor es confiar en los expertos en bebés, por lo que puedes acudir a tu médico si tienes dudas sobre algún asunto.
- Sientes que estás fracasando: Afrontémoslo, nadie puede prepararse para la realidad de la maternidad. Pero eso no nos impide hacer planes durante el embarazo e imaginar una perfecta vida familiar. Ahora que esos planes tan bien trazados se han disipado, te sentirás fuera de control, incluso engañada, y que estás fracasando como madre. La maternidad es dura y no se puede planificar, por lo que te recomendamos que te dejes llevar.
- Te sientes feliz: ¡Y tienes motivos! Es verdad: ese amor incondicional que sientes por tu recién nacido es increíble. Disfruta de ser una mamá primeriza feliz. Ser mamá es algo maravilloso, así que disfruta de cada momento loco, duro y agotador con tu hijo.
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