La sed es lo primero
La leche materna se vuelve más espesa durante cada toma, adaptándose así para calmar primero la sed de tu bebé, y después su apetito.
Cuando el bebé empieza la toma, la primera leche es acuosa, calmando así la sed del bebé.
Durante esa misma toma, el contenido de grasa y energía va aumentando progresivamente, saciando así al bebé.
Aunque el contenido de grasa varía de manera considerable de una madre a otra, en la leche de mitad de la toma su contenido es en general 2-3 veces superior de media que la del inicio de la misma.
El contenido total energético de la leche materna es por lo tanto, 25-30 kcal superior al final que al inicio de la toma.