Seis formas fáciles de afrontar los juicios de otros padres
¿Sientes que eres víctima de lo que se ha venido a denominar «mom shaming» o «mom judging», es decir, que juzguen tu papel como madre? Es duro ser mamá primeriza, más si cabe cuando sientes que te atacan con críticas sobre la crianza. A continuación, te contamos cómo afrontar los juicios de otros padres, de familiares y amigos, y, al mismo tiempo, garantizar que tú sientes más compasión y dejas de juzgar a otras madres.
- ¿Les has pedido consejo?: Si no lo has hecho, puedes callarles la boca educadamente. Puedes disuadir los consejos no deseados sobre bebés contando lo que estás haciendo por tu recién nacido y haciendo hincapié en que solo necesitas apoyo, no opiniones. Encontrarás algunos consejos sobre cómo manejar las preguntas no deseadas sobre la lactancia aquí.
- Sé selectiva a la hora de elegir a quién haces preguntas sobre bebés: Sin embargo, si has pedido consejo y no te gusta la opinión que recibes, no puedes culpar a nadie por darte una respuesta. Piensa bien a quién haces según qué preguntas sobre bebés. Por ejemplo, si se trata de un consejo sobre lactancia, una buena amiga que ha dado el pecho a sus hijos será mejor opción que tu hermana, que se decantó por el biberón.
- Confía en tu instinto maternal: Sigue tus instintos y confirma con tu pediatra cualquier consejo que no te inspire confianza. Puede serte especialmente útil si crees que el consejo de un familiar está anticuado o desfasado. Emplea la recomendación de tu pediatra para zanjar opiniones no deseadas. Di «bueno, en realidad, se lo he preguntado al pediatra y me ha recomendado que no lo haga».
- ¿Estás malinterpretado un consejo sobre bebés?: Puede ocurrir especialmente cuando te comunicas mediante mensajes de texto en foros de Internet o publicaciones en redes sociales. La ausencia del lenguaje corporal, inflexiones y entonaciones puede provocar que se pierda información fácilmente. Puedes entender una opinión de una determinada forma cuando realmente quería decir otra cosa. Si no estás segura, pide una aclaración. Si tienes dudas, deja la conversación y confírmalo con una conversación cara a cara.
- ¿Es un caso típico de mom shaming?: A veces no son malentendidos. La práctica conocida como shaming mothers, o avergonzar a la madre, es muy común en Internet y estar en la parte que recibe puede ser doloroso. Independientemente de que se deba a que el guerrero del teclado con lenguaje envenenado se sienta que no está tomando buenas decisiones con sus propios hijos, o a celos, rabia o frustración, es una práctica cruel e innecesaria. Si has recibido comentarios punzantes en Internet, no contestes. Elimina tu publicación para evitar que nadie más se sume a la conversación y procura no leer ningún comentario más. Por difícil que parezca, relativiza estos comentarios. Son ellos los que tienen un problema, no tú.
- ¿Juzgas tú a otros padres?: Por último, da un paso atrás y pregúntate si tú también has criticado a otros padres. Si fuera así, es hora de dejar de juzgar a otras madres o padres. Todos intentamos hacerlo lo mejor que sabemos y todos cuidaremos de nuestros hijos de formas ligeramente diferentes. Es mucho más sano apoyar a otros padres, sean familiares, amigos o nuevos miembros del grupo de mamás.
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