¿Estoy preparada para tener un bebé?
¿Estoy preparada para tener un bebé? 6 cosas que tener en cuenta
¿Estás pensando en tener un bebé? Nada te prepara realmente para la maternidad. Y no hay un «mejor» momento para formar una familia. Pero preguntarse «¿Estoy preparada para tener un bebé?» puede ser útil para adelantarse a algunas de las realidades de ser padre o madre y gestionar tus expectativas, antes de comprometerte a tener un hijo. Lee nuestra lista de comprobación para la llegada del bebé con el fin de que te ayude a identificar tu red de apoyo para la crianza de los hijos, obtener consejos de presupuesto para prepararte de cara a los gastos de tener un bebé y mucho más.
1. Sopesa los factores que influyen a la hora de pensar en tener un bebé
Decidir formar una familia es una decisión muy importante, y los estudios muestran que el promedio de hijos que tiene una mujer a lo largo de su vida está disminuyendo en todo el mundo, y casi la mitad de los países se enfrentan a un descenso de la población. Esto se debe principalmente a avances como un mayor acceso a los métodos anticonceptivos, un mayor número de mujeres que trabajan y estudian, y una menor tasa de mortalidad infantil, lo que implica que las mujeres tienen menos hijos. Pero hay muchos otros factores que pueden afectar a la decisión de una mujer de formar una familia y cuándo; por ejemplo, la economía, los objetivos profesionales, las implicaciones para la salud, la estructura familiar, el apoyo de los padres o incluso el entorno. Un buen punto de partida a la hora de pensar en si «estoy preparada para tener un bebé» es considerar cómo podrían afectar estos factores a tu situación personal.
2. ¿Estás segura de por qué quieres tener un bebé?
Esto puede parecer obvio, pero además de preguntarte si «estoy preparada para tener un bebé», también deberías preguntarte si estás segura de querer tener un bebé. Y, por supuesto, asegurarte de que tu pareja, si la tienes, está de acuerdo. Entender y conocer tus motivaciones sobre por qué deseas tener un bebé puede ayudarte a determinar si estás emocionalmente preparada para ser madre. Si la razón por la que estás pensando en formar una familia es porque te sientes presionada a hacerlo (ya sea por la familia y los amigos, o por la sociedad) o porque esperas que un bebé mejore tu relación de pareja, es posible que quieras abordar estas cuestiones antes de dar el paso a la maternidad. Presta mucha atención a tus sentimientos cuando pienses en tener un bebé o imagines que está embarazada. Pueden ayudar a revelar lo emocionalmente preparada que estás realmente.
3. ¿Estás preparada para que el hecho de tener un bebé cambie tu vida?
La maternidad son una montaña rusa de emociones, sobre todo al principio, con muchos altibajos. Así que es bueno tener expectativas realistas de cómo serán los días y las noches una vez nazca el bebé. Puede haber muchos cambios y desafíos: por ejemplo, con tu cuerpo, problemas con la alimentación y las interrupciones del sueño, cambios en tu forma de socializar y en cómo y dónde pasas la mayor parte de tu tiempo, así como cambios en tu vida y patrones de trabajo. Algunos padres también pueden experimentar sentimientos de soledad o culpabilidad, presión (por parte de los demás o de uno mismo) y tensión en las relaciones. Es imposible predecir en su totalidad cómo será tu experiencia, pero puede ser útil hablar con amigos y familiares sobre la de ellos (teniendo en cuenta que las reacciones de cada uno ante la maternidad/paternidad son diferentes), y hacer tu propia investigación para ayudarte a anticipar lo que puede venir. Lee nuestra lista de comprobación sobre Emociones de las madres primerizas para conocer algunos de los sentimientos que puedes experimentar como madre primeriza.
4. ¿Has hecho un presupuesto de los gastos que implica tener un bebé?
El dinero es un factor importante a la hora de pensar en tener un bebé: criar a los hijos puede ser caro, y hay que tener en cuenta muchas cosas, desde si el permiso parental remunerado será suficiente para tu mantenimiento, hasta los posibles gastos de guardería y, por supuesto, todo lo que necesitas comprar para un bebé, y mucho más. Antes de intentar quedarte embarazada, es posible que quieras pasar unos años ahorrando y elaborando un presupuesto sobre los gastos de tener un bebé, para que cuando llegue el momento, el impacto económico sea más fácil de gestionar. Poner en orden las cuentas antes de formar una familia puede mejorar tu capacidad económica y ayudarte a aliviar las preocupaciones monetarias una vez que te conviertas en madre, lo que te permitirá centrarse en la crianza. Lee nuestros 10 consejos para ahorrar dinero si piensas tener un bebé con presupuesto ajustado.
5. ¿Has pensado en un plan de crianza?
Tanto si tienes una relación estable como si planeas ser madre en solitario, es una gran idea meditar al respecto y pensar en cómo vas a ejercer la maternidad. Por ejemplo, quién será el cuidador principal (si lo hay), dónde vivirá el bebé, quién asumirá qué tareas de crianza y en qué grado, y cuál será la rutina del bebé. También puedes pensar en las opciones de alimentación, desde la lactancia materna hasta la alimentación combinada y la lactancia artificial, ya que pueden influir en la forma de cuidar al bebé y en quién lo hace. Echa un vistazo a nuestras listas de comprobación Cómo dominar la crianza equitativa de los hijos y Consejos para la crianza compartida: cómo hacer que tu pareja funcione para obtener más ideas. No has de tenerlo todo resuelto, algunas cosas no las sabrás hasta después de la llegada del bebé. Y recuerda que, sea cual sea la decisión que tomes sobre la crianza, debe ser lo mejor para ti y para tu familia. Es bueno mantener la mente abierta y ser flexible a los cambios a medida que descubres la vida como madre y evolucionan las necesidades de tu bebé. Pero tener un margen de maniobra para trabajar puede ayudarte a crear el tipo de rutina con la que el bebé se siente a gusto, además de fomentar la confianza en tu cometido.
6. ¿Cuentas con buenos sistemas de apoyo a la crianza?
Se dice que se necesita un pueblo para criar a un niño. Así que pregúntate quién forma parte de tu red de apoyo. ¿Puedes contar con el apoyo de tu pareja? ¿Tienes familiares o amigos cercanos que estén disponibles y dispuestos a apoyarte a ti y a tu hijo? ¿Puedes encontrar una forma de cuidado infantil de confianza, como una niñera o una guardería, a la que puedas recurrir si es necesario? Lee nuestra lista de comprobación sobre Cómo elegir la mejor opción de cuidado infantil para obtener consejos. Y si trabajas, ¿en qué medida te apoya tu empresa tanto en lo que respecta al permiso de maternidad como a la reincorporación al trabajo, ofreciendo, por ejemplo, un horario flexible? Saber quiénes forman parte de tu equipo y qué papel pueden desempeñar en tu nueva vida como madre puede ayudarte mucho a prepararte para el viaje hacia la maternidad. Y una vez que estés preparada para empezar a intentarlo, lee nuestros "Consejos para intentar concebir", donde encontrarás siete cosas que debes hacer para quedarte embarazada más rápidamente.
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