La leche materna refuerza las defensas de tu bebé.
La inmunología de la leche materna se debe a que compartes, entre otros factores “inmunes” que contiene la leche materna, parte de tus defensas con tu bebé en forma de anticuerpos. Esto es bueno para tu bebé ya que sus defensas no están aún totalmente formadas y entrenadas al nacer.
Entre otros factores protectores, la leche humana contiene probióticos activos (bifidobacterias y lactobacilos), importantes para el desarrollo de una flora intestinal saludable y de su sistema inmunitario.
La lactancia materna es por ello, un paso esencial para el desarrollo y refuerzo de la inmunidad de tu bebé.