¿Cuál es tu estilo a la hora de darle de comer al bebé?
Anota tus respuestas y luego lee los resultados para ver cuál es tu enfoque al darle de comer al bebé.
En la alimentación del bebé, la forma de ofrecerle la comida es igual de importante que lo que se lleva a la boca.
Imagínate en estas situaciones, que tal vez te resulten familiares, y elige la respuesta que mejor se adapte a la tuya un día normal. Anota tus respuestas y luego lee los resultados para ver cuál es tu enfoque al darle de comer al bebé . ¡Tal vez te sorprendan los resultados!
Alimentación del bebé: ¿cómo actúas en estas situaciones?
Situación 1: Te sientas a darle de comer al bebé. Está tomando una porción más pequeña de tu comida, cortada en trocitos. Come rápido y te indica que quiere más. ¿Qué haces?
a) Le rellenas el cuenco hasta arriba y le insistes en que se lo acabe todo antes de que vuelva a jugar.
b) Le dices que no hay más comida y que tendrá que esperar a la cena.
c) Le das otra porción además de alguna galleta o dulce.
d) Le ofreces algo más de comida y esperas a ver qué pasa. Si se lo come y quiere más, se lo das. Si pierde interés y el bebé no quiere comer, entiendes que ha terminado.
Situación 2: Sentado en la mesa familiar, se lleva dos bocados a la boca y aparta el plato para señalarte que ya ha comido suficiente. Le preguntas si quiere más comida, pero te dice que no con la cabeza. ¿Qué haces ahora que el bebé no quiere comer?
a) Le das tú de comer, utilizando todos los recursos que se te ocurren. Aunque tardes mucho, tiene que comer.
b) Le quitas el plato pero le dices que no habrá postre ni más comida hasta el desayuno.
c) Coges el plato y se lo cambias por un cuenco repleto de alimentos dulces que sabes que le encantan.
¡Al menos así seguro que come algo!
d) Le coges el plato y dejas que se vaya de la mesa si ha terminado.
Situación 3: Es fin de semana, hora del desayuno, y estáis todos sentados con una buena selección de alimentos saludables sobre la mesa. Elige su favorito (avena con plátano), pero, en vez de comérselo, decide que es más divertido embadurnarse la cara con ello o tirarlo al suelo. Pese a que le dices varias veces que "no" con voz firme, sigue jugueteando con la comida. ¿Qué haces?
a) Le apartas el cuenco de su alcance y le das de comer tú. Aunque suene cabezota, no le dejas que se vaya de la mesa hasta que coma lo que consideres suficiente.
b) Apartas el cuenco de comida pero, cuando quiere coger una fruta, le dices que no puede hasta que termine sus cereales.
c) Le retiras el cuenco, vas a la cocina y le preparas su desayuno preferido, aunque tenga mucha sal y calorías.
d) Si tira la comida quiere decir que ya no quiere más. Le retiras el cuenco y dejas que se vaya de la mesa.
Situación 4: Es el primer cumpleaños de tu bebé y has hecho una tarta de cumpleaños para la familia. Tu bebé extiende la mano para meter los dedos dentro. ¿Qué haces?
a) Le retiras la tarta de su alcance y la obligas a comerse todas las verduras.
b) Le retiras la tarta de su alcance. No puede comer galletas ni dulces y lo sabe. ¡Las reglas son distintas para los adultos!
c) Dejas que se coma un trozo de tarta y si pide más, se lo das también. Solo es un poco de azúcar. ¿Qué hay de malo?
d) Dejas que la toque y pruebe un trocito de tarta con la familia. Le ofreces fruta o palitos de verdura si sigue teniendo hambre después.
Situación 5: De cena pones dos alimentos saludables que ya sabes que a tu bebé le gustan y dos cosas que nunca ha probado hasta ahora. Solo se come lo que conoce. ¿Qué haces?
a) No dejas que se vaya de la mesa hasta que le haya dado al menos dos bocados a los alimentos nuevos.
b) Retiras los alimentos conocidos y la próxima vez solo le ofrecerás los nuevos.
c) Tomas nota para no volver a ofrecerle los alimentos que ha rechazado y te ciñes a lo que sabes que le gusta.
d) Dejas que termine la comida sin probar los alimentos nuevos, pero se los vuelves a ofrecer la semana siguiente.
Tu estilo al darle de comer
Comprueba cuál es tu estilo a la hora de alimentarlo:
Mayoría de aes
Tu estilo es... INSISTENTE
Cuando tu bebé no quiere comer y te da señales de que ha comido suficiente, decides no hacerle caso o piensas que sabes cuándo está lleno o saciado mejor que él. Para ti, es esencial que coma la cantidad de comida que piensas que debe. Si el plato o el cuenco están rebañados, sin duda es señal de que la comida ha sido un éxito.
Los riesgos de ser INSISTENTE: Presionar al bebé para que coma más de lo que quiere puede tener un efecto negativo en su crecimiento y desarrollo, además de hacer que engorde más de lo que debe. Si lo obligas a acabarse la comida o comer "un trocito más", estarás animándolo demasiado para que coma. Este estilo puede provocar que tu bebé pierda interés por la comida, sea más quisquilloso o aborde la comida de forma poco saludable cuando sea mayor. Si tu bebé no come mucho en una comida o durante el transcurso de un día, no te preocupes. Respeta sus señales de hambre y saciedad y piensa que probablemente lo compensará en la próxima comida o al día siguiente.
Consulta el apartado de Alimentación perceptiva: qué hacer y qué no hacer, donde te recordamos cuáles son las buenas prácticas de alimentación para tu bebé y para ti.
Mayoría de bés
Tu estilo es... MUY ESTRICTO
Tienes a restringir la comida ofreciendo porciones muy pequeñas y no le dejas que coma más cuando te da señales de que sigue teniendo hambre.
Los riesgos de ser MUY ESTRICTO: Este estilo restrictivo de alimentación del bebé puede traducirse en un crecimiento poco saludable. Por otro lado, también puede llevar a que tu hijo se "rebele" y se dé atracones de comida con muchas calorías más adelante. Los bebés cuyos padres son muy controladores con la comida tal vez no aprendan a reconocer sus propias señales de hambre y saciedad, y no sabrán autorregular su ingesta de alimentos. Respeta las señales de hambre del bebé y comerá mejor cuando sea mayor. Observa si tu bebé hace gestos concretos para indicarte que tiene hambre y anímalo a que se exprese.
Consulta el apartado de Alimentación perceptiva: qué hacer y qué no hacer, donde te recordamos cuáles son las buenas prácticas de alimentación para tu bebé y para ti.
Mayoría de cés
Tu estilo es... COMPLACIENTE
Cuando tu bebé quiere algo, lo consigue. No importa si el alimento tiene mucha azúcar, sal, grasas o "calorías vacías" que le llenan el estómago; sus deseos son siempre concedidos. Tiendes a darle lo que más le gusta porque sabes que se lo comerá sin problema.
Los riesgos de ser COMPLACIENTE: Este estilo de alimentación puede que lo haga feliz por ahora, pero no es lo mejor para la salud de tu bebé a largo plazo. Los bebés cuyos padres son muy complacientes suelen ganar demasiado peso, son quisquillosos con la comida o adquieren patrones de alimentación no saludable desde pequeños. También les faltarán los nutrientes esenciales para crecer y desarrollarse. Evita ofrecerle solo lo que más le gusta en cada comida principal o ligera.
Consulta el apartado de Alimentación perceptiva: qué hacer y qué no hacer, donde te recordamos cuáles son las buenas prácticas de alimentación para tu bebé y para ti.
Mayoría de dés
Tu estilo es... PERCEPTIVO
¡Reaccionas muy bien a las señales de hambre y saciedad de tu bebé! Tu equilibrio no dramático entre orientación y apoyo, sin presiones, lo ayudarán a adquirir patrones saludables que le durarán muchos años.
Ventajas de ser PERCEPTIVO: Ofrecer variedad de alimentos saludables en las comidas, incluidos los que sabes que le gustan, y dejarle decidir cuáles comer (sin presiones), lo anima a tener una actitud positiva hacia la comida. Si respetas las señales de hambre y saciedad de tu bebé, sus buenos hábitos se traducirán en una infancia (y posteriores etapas) llenas de salud.
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